La Sociedad Española de Epidemiología aseguró que la decisión de retirar la obligatoriedad del uso de mascarilla en interiores «en una fecha determinada» como el 20 de abril «no puede ser una medida basada en la evidencia de la situación epidemiológica», ya que aún se desconoce la evolución de la pandemia una vez finalizada la Semana Santa.
Desde la SEE subrayaron que en estos momentos la situación de la pandemia de covid-19 «es más favorable de lo que lo era hace tan solo unas semanas, pero es conveniente recordar que aún no ha finalizado y que persiste la transmisión del virus».
Además, la nueva estrategia de vigilancia lleva apenas 15 días en vigor y aunque es posible disponer de la serie temporal de los indicadores contemplados en la misma para un periodo mucho más amplio que esos 15 días, «es todavía un poco prematuro hacer una evaluación completa».
«Por lo que sabemos de esos indicadores, hay una heterogeneidad territorial y, en general, se observa una cierta estabilización desde hace aproximadamente un mes y es cierto que los indicadores de más gravedad se sitúan en niveles bajos», subrayaron desde la SEE.
Sin embargo, «en las próximas dos semanas podremos tener más elementos para evaluar la situación de mucha mejor manera y es posible que la situación haya evolucionado de manera que permita adoptar medidas diferentes. Pero también es posible que la movilidad que se va a producir próximamente, con motivo de la Semana Santa y otros acontecimientos, indiquen que la situación es otra».
Situación epidemiológica
Por ello, los epidemiólogos insistieron en que el anuncio de la retirada de la obligatoriedad de uso de mascarilla en interiores «en una fecha determinada, sin que sepamos a priori cómo estará la situación en ese momento del futuro próximo, no puede ser una medida basada en la evidencia de la situación epidemiológica de ese momento, sino en otras cuestiones».
Los expertos remarcaron que el uso de la mascarilla en interiores «es una medida muy icónica, y muy visible, y su eliminación también transmite el mensaje de que ya no hay necesidad de ninguna medida».
Por lo tanto, recordaron que la nueva estrategia de vigilancia se fundamenta en la necesidad de centrar la protección en las personas vulnerables y, para que eso sea efectivo, es imprescindible que se mantengan algunas medidas en los ámbitos donde residen, viven y trabajan estas personas.
Por lo tanto, los epidemiólogos consideraron que «sería muy conveniente que, en determinadas situaciones, se mantuviera el uso de mascarillas en interiores, y también otras medidas que tienden a olvidarse, como la ventilación o evitar aglomeraciones en espacios cerrados, fundamentado en la necesidad de proteger a las personas vulnerables».