La Gimnástica ha entrado en colapso deportivo. El equipo segoviano se desplazó a Irún para medirse al histórico Real Unión con cinco bajas – Llorente, Borrego, Molina, Rodrigo, Fernán – dos porteros en el banquillo – Li y Oliva – , dos juveniles – Ibañes y Pichu – un futbolista que se quiere marchar – Davo – Astray, Maroto y Hugo Marcos. A este dantesco panorama súmenle un Stadium Gal absolutamente impracticable y dos expulsados en el minuto 10: Abel Pascual y Silva. Así es imposible ganar un partido en la Primera Federación contra un club que, además, te cuadriplica el presupuesto. Y así pasó con un un resultado lo dice todo (5-0). Y pudo ser peor.
El 2025 está siendo terrible para la Segoviana con la salida de Palmero; las lesiones; las dificultades para entrenar en La Albuera por las heladas y el empeño de Davo por salir del equipo. El club, justo de recursos, peina el mercado en dos posiciones muy caras por la escasez de efectivos: lateral izquierdo sub 23 y delantero centro.
Los goleadores de Primera RFEF son inaccesibles y también los de Segunda que cobran más que cualquier jugador de la Sego actual. Las cesiones a estas alturas son complicadas y la desesperación crece porque el margen en la tabla se consume y los de abajo aprietan. Aun así, el lateral izquierdo parece estar al caer y la decisión del traspaso de Davo se podría haber tomado con varias alternativas. Alguna saldrá adelante, esperemos, pronto.
¿Expulsiones? bueno… vale
Y con ese panorama, el análisis del partido de Irún no merece mucho tiempo teniendo en cuenta que desde el minuto 12 en el que se adelantó el Real Unión por el penalti subsiguiente a la segunda expulsión, no se pudo hacer más que aguantar el chaparrón – literalmente – y esperar a que el partido terminara. Con respecto a las dos expulsiones pueden ambas considerarse rigurosas, sobre todo la primera, pero sujetas al criterio arbitral y por lo tanto posibles.
Abel Pascual es expulsado por derribar a un contrario que encara a Carmona, pero no puede considerarse como último hombre puesto que López termina interceptando la jugada. Agarrón obsceno del gimnástico. Amarilla clara, sí. Roja… así, así. Y la segunda expulsión es por mano de Silva después de un remate a bocajarro en el segundo palo. A interpretación colegial. Penalti claro, aunque no haya voluntariedad de Silva que no puede apartarse. ¿Roja?… bueno. Con una amarilla se han resuelto jugadas similares. La mejor noticia sin duda del partido fue el debut de Li, al que Ramsés quiso premiar por su compromiso y trabajo semanal.
Ramsés clama, a su manera y sin declaraciones altisonantes, por retornar a la normalidad y saber con qué jugadores va a poder contar de aquí al final de temporada. Mientras tanto alaba a los disponibles destacando su actitud. Menos mal que la ventana de mercado se acaba en febrero y para bien o para mal habrá noticias pronto.
Por lo demás, el equipo jugará como pueda el próximo viernes a las 20.30h en La Albuera ante el Tarazona con las bajas seguras de: Molina, Borrego, Fernán más los sancionados Abel y Silva. Menudo panorama. La cuesta de enero está siendo el Tourmalet.