Una investigación arqueológica ha sacado al descubierto varios hornos de época romana en Otero de Herreros (Segovia), en la zona denominada Los Almadanes. El hallazgo, que fue presentado en rueda de prensa por el alcalde de la localidad, Ricardo Pérez Arribas, también ha permitido conocer que la zona ha sido objeto de expolio por parte de personas no autorizadas.
Las inspecciones arqueológicas se llevan a cabo desde finales de julio pasado en el Cerro de Los Almadenes, y su continuidad dependerá de los resultados que arrojen los análisis del material encontrado.
El coordinador de la prospección, el arqueólogo Mariano Ayarzaguena, explicó que la zona conserva restos de actividad de fundido de mineral de cobre, y se han hallado tres niveles de hornos, de los que dos al menos son de época romana. El más antiguo de ellos refleja el tránsito del mundo indígena al mundo romano. Los materiales encontrados en el Cerro de los Almadenes serán sometidos entre otros procesos a un lavado y posterior consolidación y más tarde se trasladarán al Museo Provincial de Segovia.
Precisamente el origen del municipio está vinculado a este lugar, pues el apelativo de Otero de Herreros hace referencia a la labor que seguramente se desarrolló durante siglos, pues la tradición dice que en el Cerro de los Almadenes existió desde el siglo I antes de Cristo una explotación minera, de la que han quedado pozos, galerías y escombreras, y donde se extraía mineral de cobre principalmente.
Ya en los años 70, el profesor Claude Demargue, de la Universidad de Toulouse (departamento de Arqueología y Metalurgia antigua), hizo un estudio sobre el Cerro de los Almadenes, y llegó a la conclusión de que los numerosos fragmentos de ladrillo escorificado que encontró provenían del revestimiento interior de los hornos de fusión que licuaban el mineral, cuyos restos se encuentran situados sobre la plataforma superior del cerro, donde se beneficiarían, por la tirada, de fuertes corrientes de aire que dispersarían los humos nocivos. También se encontró una mesa de molienda, en la que previamente se preparaba el mineral, aplastándolo, antes de su fusión en los hornos. Desde entonces no se había vuelto a trabajar en la zona.