El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que las cajas de ahorro podrán emitir cuotas participativas para captar capital en una cuantía no superior el 50 por ciento de su patrimonio, para no desvirtuar su naturaleza. Además, podrán convertirse en fundaciones y abandonar su condición de cajas de ahorros. «Se trata de una reforma de calado, una reforma imprescindible para la sostenibilidad y eficiencia de nuestro sistema financiero», aseveró Zapatero.

Así lo aseguró en la rueda de prensa en La Moncloa, que ofreció tras reunirse con la cúpula directiva de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Según añadió el jefe del Ejecutivo central, esta reforma, que se tramitará como real decreto debido a su urgencia, contribuye «ante todo a fortalecer el sector financiero en nuestro país y a fortalecer la economía y la estabilidad de nuestro país».

La puesta en marcha de esta reforma coincide con la finalización del proceso de reestructuración que se ha realizado a través del FROB (Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada) ha reducido de manera considerable el número de entidades financieras. La idea que maneja el Gobierno es un régimen de cuotas participativas para facilitar el acceso a los inversores privados. Además, se reconocen los derechos políticos de las cuotas de manera proporcional a su representación en el capital de la entidad.

«Una vez producida la reestructuración debemos modificar el marco legal. Sabemos que nuestro sistema financiero ha demostrado solidez, a pesar de la grave crisis financiera, pero también algunos momentos de debilidad y carencia en nuestras cajas de ahorros, que queremos resolver y anticipar para su sosteniblidad en el futuro», incidió.

Los cambios que traerá la nueva Ley de Cajas se adoptan, según dijo Zapatero, preservando su función social y los intereses de las cajas, así como asegurando su capitalización en igualdad de condiciones que el resto de las entidades financieras.

 

Presencia política

El líder del Ejecutivo quiso dejar claro que se va a limitar «fuertemente» la presencia de cargos políticos en los órganos de gobierno de las cajas. Así, habrá una importante incompatibilidad de cargos electos para ser miembros de los consejos de administración. El objetivo es hacer a los órganos de gobierno de las cajas «más profesionales», a través de exigencias especiales.

También se endurecerán las exigencia sobre gobierno corporativo y todas las cajas de ahorros tendrán que realizar un informe anual en esta materia.

Por otra parte, Zapatero detalló que esta decisión es fruto del acuerdo con el principal Partido Popular y se tratará de recabar la opinión y colaboración de las comunidades autónomas para que esta norma tenga éxito. El objetivo de esta reforma, según añadió el presidente del Gobierno, es mantener la eficiencia y solvencia del sistema financiero y que las entidades, especialmente las cajas, se adapten a los nuevos retos del mercado.

El Gobierno quiere que esta reforma «de gran calado» recabe un «importante» apoyo por parte de los partidos políticos y las comunidades autónomas. «El contenido de la reforma es fruto de un proceso de diálogo con el PP, agradezco su colaboración y también el intenso debate con las cajas de ahorros y vamos a seguir profundizando», apuntó.

Rodríguez Zapatero calificó esta reforma como «la más importante del sistema bancario español» en la historia. «Con esta reforma se profundiza aún mucho más en ese gran cambio que vamos a sufrir; un cambio que debe contar con el mayor número de apoyo por parte de los grupos parlamentarios y con la convicción de que es una reforma fundamental y necesaria», concluyó.

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