El pasado día 9, un empresario de esta ciudad presentó una denuncia ante la Policía Nacional, en la que denunciaba una estafa por un total de 30.030 euros. La estafa se produjo mediante la realización de tres transferencias fraudulentas, por un importe de 10.010 euros, cada una de ellas.
Al parecer, cuando se encontraba realizando comprobaciones con la entidad bancaria con la que opera, a través de su ordenador, le apareció un aviso de que la operación que realizaba podría tardar unos segundos; al tiempo le apareció una pantalla con apariencia de la entidad bancaria con la que estaba conectado, informando de que se estaba verificando su autenticación y se bloqueó la pantalla por espacio de unos segundos. Seguidamente apareció otra pantalla solicitando que introdujese nuevamente las claves. Poco después, cuando se disponía a realizar una transferencia, se percató de que aparecían tres transferencias a cuentas desconocidas, por un valor total de 30.030 euros.
Las investigaciones realizadas por la Policía Nacional, han llevado a la identificación de dos personas, una con domicilio en Zamora y otra en Málaga, como presuntos autores de la citada estafa, informando de ello a la autoridad judicial.
Dado el modus operandi utilizado por los presuntos autores, puede considerarse que el procedimiento utilizado es el conocido como «phising». Los ciberdelincuentes para suplantar la identidad de una empresa y engañar a sus víctimas, a través de correos electrónicos, que contienen una página web duplicada con apariencia legal (de bancos, organismos, empresas, etc), consiguen que la víctima crea estar ante una página oficial, de este modo proporciona los datos que le solicitan, y que posteriormente utilizarán para cometer la estafa. Las entidades bancarias, empresas u organismos oficiales nunca piden información de claves por correo electrónico. En caso de sufrir uno de estos ataques, se aconseja comunicarlo a la entidad o banco suplantado.