Más de seiscientas personas asistieron ayer, en dos sesiones, al Teatro Juan Bravo de la Diputación para disfrutar del espectáculo de Héctor Sansegundo, ‘El último gran majo’. Después de que el año pasado el Área de Asuntos Sociales y Deportes recuperase la tradición de ofrecer a los participantes de las Aulas de Manualidades y Aulas Sociales la oportunidad de encontrarse en el auditorio segoviano para asistir a un espectáculo pensado para ellos, el martes tenía lugar una cita que se repetirá hoy jueves, 23 de mayo a las 18:00 horas, en una última sesión para los participantes procedentes de los CEAAS de Cantalejo y Cuéllar.
Con el objetivo de poner el broche final y definitivo al curso 2018/2019, los asistentes, participantes en estos programas que cada año impulsa la institución provincial, llegaron al Juan Bravo procedentes de las zonas del CEAAS de Prádena a la primera sesión y del CEAAS de San Ildefonso a la segunda, y antes de sorprenderse y reír muchísimo con los trucos y las bromas del mago segoviano, tuvieron ocasión de escuchar las palabras de agradecimiento del presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, quien acompañado del vicepresidente y diputado del Área, Miguel Ángel de Vicente, subió al escenario para “poner fin a una parte mágica de mi tiempo al frente de la Diputación”.
Vázquez, con una intervención en la que aprovechó la tarde de magia para hacer uso de esta palabra, “que parece haber perdido valor y misterio por su uso”, pidió permiso para utilizarla y recordar a los participantes de las Aulas de Manualidades que, como habían podido comprobar tanto el vicepresidente como él una vez más en los últimos días, habían vuelto a hacer magia con sus pinceles y sus agujas.
“Cada uno de ustedes, cada uno de los más de 1300 participantes que han formado parte este año de las Aulas de Manualidades ha hecho, un año más, auténtica magia. Por supuesto que han necesitado la varita de cada uno de sus 20 monitores para ayudarse; pero los trucos se aprenden, y para que no se vean hace falta desarrollarlos bien. Y ustedes, como hemos podido comprobar estos días, lo han hecho muy bien”, reconoció Vázquez, sin olvidarse de los participantes en las Aulas Sociales, sobre quienes, retando a Héctor Sansegundo a rebatirle, señaló “digan si no es magia haber promovido la convivencia y un ambiente de confraternización que, sin duda, es la esencia y da sentido a presidir una institución como ésta”.
Tras despedirse animando a cada uno de los asistentes, entre los que también se encontraban algunos niños de la residencia Juan Pablo II y varios residentes del CAMP El Sotillo ―centros dependientes del Área de Asuntos Sociales y Deportes― a continuar haciendo magia, todos los presentes disfrutaron del auténtico ilusionismo de Héctor Sansegundo, quien dejó varias bocas abiertas con sus trucos y sembró carcajadas entre el público. Tanto Francisco Vázquez como Miguel Ángel de Vicente disfrutaron del espectáculo y, aunque se libraron de subir al escenario para colaborar con el mago, no fueron capaces de escapar a sus ocurrencias, que a más de un técnico de CEAAS entre el público le costaron la risa hasta la lágrima de sus compañeros.