El 41 por ciento de los habitantes de los núcleos rurales se desplaza diariamente para trabajar en un municipio distinto al de su lugar de residencia, según puso de manifiesto el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Benjamín García.
El sociólogo de origen vallisoletano participó en el Foro ‘Igualdad Real y Efectiva en el siglo XXI’ que se desarrolló en el Centro de Formación de la Federación Regional de la Mujer Rural (Femur) en Hontalbilla, y que fue inaugurado por el consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón, y la directora general de la Mujer, Alicia García.
El éxodo del siglo pasado ya ha perdido mucha intensidad y se ha generado una “nueva ruralidad”, en palabras del experto, quien dijo que el fenómeno de la movilidad laboral “es muy distinto al de los años 50 o 60”. “Ahora se puede residir en los pueblos y realizar su actividad laboral fuera; y esto es importante que lo tengan en cuenta los políticos”, añadió. En esta línea agregó que en la medida en que se mejoren las comunicaciones “la gente no estará tan dependiente de su lugar de trabajo”.
También reconoció que este fenómeno ha permitido que Castilla y León sólo haya perdido en los diez últimos años 3.000 habitantes “cuando debía haber perdido 60.000”, ya que cada año nacen 8.000 personas menos de que las que fallecen, dijo.
La diferencia de ser mujer
En el Foro también intervino la profesora de Geografía de la Universidad de Valladolid, Milagros Alario, quien dijo que las mujeres rurales “tienen dificultades específicas, pero las mismas necesidades y las mismas aspiraciones que las urbanas”. Ello hace que en Castilla y León sigue habiendo “un movimiento de salida de jóvenes formadas, conocido como ‘huida ilustrada’, que es cualitativamente importante”, aunque no en términos absolutos.
Para evitar la fuga de mujeres con altos niveles de formación propuso la mejora de las condiciones de acceso laboral “porque si encuentran un trabajo adecuado, no se irían”. En esta línea dijo que existe una movilidad laboral diferencial “porque los hombres encuentran menos problemas para desplazarse “porque sus ataduras son menores y eso tiene que ver con la asignación de roles”, que sigue siendo menos favorable para las féminas. “Si una mujer trabaja de 8 a 3 de la tarde, pero no tiene una guardería, su limitación de movimientos es mayor”, añadió antes de concluir que “habría que incidir ahí para facilitar la integración laboral plena”.