Julia Martínez mide algo menos de 1,60 metros pero es capaz de realizar 55 alzadas en 5 minutos con una piedra esférica de 40 kilos de peso. Con esta marca, esta segoviana obtuvo el campeonato nacional FIKA 2017, celebrado en Vizcaya, siendo la primera española no vasca en ganar una competición de levantamiento de piedra.
A sus 37 años, Julia Martínez está batiendo todos los récords en esta disciplina deportiva que lleva practicando desde hace apenas un año. La levantadora segoviana asegura que siempre le ha gustado el deporte pero nunca había competido de forma oficial. Hace tres años, abrió sus puertas, en Segovia, el primer box de crossfit. “Decidí apuntarme y vi que una de las partes del entrenamiento, la fuerza, se me daba realmente bien”, explica Julia Martínez a ICAL.
El primer contacto de la deportista con el levantamiento de piedra fue otra casualidad del destino. Julia Martínez cuenta que un día le llamó, «por otro asunto», un ex jefe suyo y “le comenté lo que estaba haciendo y mis marcas”. Era el abulense Julio Jiménez que se quedó muy sorprendido de su habilidad y le aseguró que estaba en condiciones de empezar a competir.
Julia Martínez aceptó el reto y empezó a trasladarse a la localidad de Arévalo para entrenar con Julio Jiménez, uno de los promotores, junto al madrileño Lucio Doncel, del club ‘Viva la piedra’. “Julio es el primer no vasco en participar en campeonatos de levantamiento de piedra”, recuerda la deportista segoviana. Una especialidad que “requiere una condiciones especiales para poder entrenar porque necesitas unas piedras específicas”.
El levantamiento de piedra es un deporte que, en su opinión, la gente conoce muy poco y tienen además una idea que no es del todo exacta. “El deportista vasco Ignacio Perurena hace muchas exhibiciones con levantamientos de piedras muy pesadas”, explica, pero normalmente los campeonatos “no consisten en ver quién levanta más kilos” sino en “ver cuántas alzadas eres capaz de levantar en equis minutos”.
En su primera competición, en este mes de noviembre, Julia Martínez hizo 53 alzadas. La misma puntuación que una levantadora vasca pero se impuso la segoviana, por tener menor peso corporal y ganó el desempate. “Tuve que hacer las 53 alzadas y me costó la vida pero la conseguí ganar”, recuerda Julia Martínez.
Hace apenas una semana, en el FIKA 2017, celebrado en Vizcaya, asegura que se sintió todavía mejor y consiguió hacer 55 alzadas, batiendo su récord personal. “La siguiente levantadora hizo 46” y así se llevó el trofeo, la ‘txapela’ para Segovia.
Julia Martínez mide sus fuerzas con deportistas vascas, en su mayoría, y también navarras. En las competiciones no hay categorías por peso. “Lo único que varía es que en caso de empate gana la menos pesada”, resume la levantadora de piedra. Tanto en campeonatos femeninos como en masculinos, hay pocos participantes.
En el grupo ‘Viva la piedra’, sólo hay tres mujeres. “Entreno con Cristina y Raquel. En Segovia, sólo estoy yo, intento animar a gente pero no hay manera”, afirma Julia Martínez. Con su estatura y complexión, la segoviana sorprende a sus rivales. “A los vascos”, afirma divertida, “les hago mucha gracia por soy pequeña y aunque sí tengo mucha masa muscular con el traje de levantadora, que es ancho y acolchado, se me ve muy menudita”.
Superación
A Julia Martínez le atrae de este deporte es “el hecho de superarme”. Busca la superación tanto en el número de alzadas como conseguir levantar piedras de mayor paso. La levantadora explica que hay piedras de diferentes formas y “te vas testando con ellas. Cuando que no te haces con una, entrenas más y lo vas logrando. Te motiva mucho y esto es lo que engancha”. Sus marcas son 55 alzadas en 5 minutos con una piedra de 40 kilos, y la piedra más grande, que ha levantado, “es una rectangular de 85 kilos”.
Julia Martínez es osteopata y entrenadora personal. “No trabajo con deportistas de competición sino dirigido a la salud, a personas que quieren mejorar su estilo de vida”. Además, es monitora de yoga, de pilates y de fitness. Ha practicado deporte toda la vida pero no “a nivel de competición porque no me veía”. Ahora triunfa como levantadora de piedra después de dar un cambio “muy brusco” a su vida.
Un deporte ancestral
El levantamiento de piedras está enraizado en la época prehistórica, según explican desde el club ‘Vive la piedra’, porque antiguamente los seres humanos solían tener que transportar enormes piedras a rastras para la construcción de dólmenes. Más tarde, al igual que los aizkolaris que trabajaban en el bosque, competían entre ellos cortando troncos a modo de pasatiempo, «los canteros también medían sus fuerzas levantando piedras” porque el pueblo vasco siempre ha sido amante de los desafíos y las apuestas.
Este es el origen de este deporte rural vasco, llamado ‘harrijasotze’, que en el año 2012, cumplió su primer centenario como disciplina de competición. Las reglas de esta práctica exigen no sólo fuerza también “una gran habilidad, una flexibilidad extraordinaria y un fondo físico que aguante alzada tras alzada”.