Cometí el error de ver el trailer de Brothers hace un par de días. Y al ver la película este fin de semana, sólo he tenido la sensación de ver ése mismo trailer pero alargado. Dos horas que no aportan nada nuevo. Y cuando digo nada, es NADA.
Para los afortunados que no habéis visto el trailer, intentaré no destriparos la trama, aunque va a ser difícil. Dos hermanos. El casado se va a la guerra y muere. El soltero se queda. ¿qué pasará? Si habéis visto Pearl Harbour os podéis imaginar.
El caso es que el trabajo del reparto es impecable. Tobbey Mcguire vuelve de Afaganistán con el miedo en los ojos. Su mirada revela, una vez más, lo difícil que es mantener la cordura en situaciones límite. Para él y su familia, hay un antes y un después de esa tortura llamada Misión de paz.
Jake Ghillehall y Natalie Portman también destacan, aunque es tan previsible lo que les ocurre que en ningún momento se meten al espectador en el bolsillo. Ahora van a besarse… y se besan. Y ahora le dicen que no está muerto… y voilà!
Imagino que, además del talento de estos intérpretes, hay detrás un excelente trabajo de dirección. Y eso es cosa de Jim Sheridan, el responsable por ejemplo de En el nombre del padre o In America, vaya dos peliculones!
A mitad de la historia descubrimos a Carey Mulligan. ¿Esa no es la que está nominada a mejor actriz por An education? Si, es ella. Tiene sólo un par de frases y pasa bastante desapercibida, pero si has visto la peli de Lone Scherfig, te alegrarás de volver a verla.
Al final, decepción y más de lo mismo. Guerra, amor, malos entendidos y todos los clichés posibles. Si todavía os quedan ganas de verla, no busquéis el trailer.