Durante el primer trimestre de 2017, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) vio disminuir su número de afiliados en 975 autónomos en Castilla y León, pasando de los 199.953 en diciembre de 2016 a los 198.978 en marzo de 2017. Este crecimiento supuso un descenso relativo del -0,5%, que contrasta con el crecimiento registrado de media en España, con un aumento de 2.545 emprendedores y un crecimiento relativo del +0,1%, según un informe elaborado por la Asociación de Trabajadores Autónomos de Castilla y León (ATA Castilla y León).
Por provincias, únicamente Segovia cierra en positivo el primer trimestre del año, con 25 nuevos cotizantes. En el extremo opuesto se sitúan la provincia de León, que cierra marzo con un descenso de 274 autónomos, y Valladolid, con 244 autónomos menos que el empezar el año.
Si analizamos los datos por género se comprueba como a pesar de que tanto los hombres como las mujeres descendieron en el primer trimestre del año, la pérdida de hombres fue superior a la de mujeres: de los 975 autónomos que pierde Castilla y León, 747 fueron hombres (el 76,6% del total) frente a 228 mujeres.
Desglosando los datos por provincias, en todas ellas el número de hombres fue superior al de mujeres. Como datos destacables, en Segovia, 24 de los 25 nuevos autónomos que suma en el trimestre fueron mujeres, frente al aumento de un único hombre.
El informe muestra también la evolución del colectivo por sectores de actividad. Así, se comprueba como los principales sectores perdieron cotizantes por cuenta propia, encabezando dicha pérdida comercio, construcción y hostelería, sectores que perdieron 273, 243 y 218 autónomos menos, respectivamente. La agricultura, con gran peso en Castilla y León, perdió 110 autónomos en el trimestre.
Por provincias, se mantiene más o menos este esquema, aunque se dan varias particularidades destacables: Zamora es la única provincia en la que aumentan los autónomos del comercio, y Valladolid y Segovia en las únicas que aumentan los autónomos agrarios. Por el contrario, en Soria y Ávila son las únicas provincias donde desciende el número de emprendedores que se dedican a la ecuación.