No había cumplido los 13 años cuando perdí a uno de mis mejores amigos. Una agresiva leucemia se llevo a Dani. Estudiamos juntos en la guardería, hicimos infantil en el Gloria Fuertes, y, cuando a los ocho años nos cambiaron de colegio, desembarcamos, junto a nuestro querido Miguel (imprescindible para mí) en la misma clase del Colegio Claret. Toda una vida juntos, una vida demasiado corta. Os aseguro que, si cierro los ojos, aún puedo imaginar su preciosa sonrisa.
Viví su muerte con rabia y con mucho dolor, en plena adolescencia. La conocí de los labios de una persona que también había padecido Leucemia, mi propia prima, entonces casi una hermana para mí. Con apenas tres años, Fátima, fue diagnosticada de esa misma enfermedad, de Leucemia, un cáncer, cuyo nombre ya de por sí es doloroso. Volvió a caer a los 7 años y, apenas dos días después de la comunión de ambas, la esperanza llegó a su vida y, al mismo tiempo, la alegría a mi familia. Por suerte, la Leucemia pasó.
El destino fue distinto para ambos… y en la mano de nosotros está conseguir que el haya destino para algunas de las personas que padecen esta enfermedad. Os aseguro que es duro, muy duro, esperar cuando no hay esperanza, todos lo sabemos… Pero, ¿y si aumentamos juntos el número de donantes y nos convertimos nosotros mismos en esperanza para ellos?
Llevo años pensando en donar médula. En concreto, mi corazón se movilizó con Mateo. Seguro que muchos reconocéis la campaña ‘Una médula por Mateo’. Él encontró su donante. Ahora, con ese gran luchador, con Pablo Raez, he sentido que no podía fallar, que era el momento de hacerlo y hoy, por fin, he dado el paso. Un poco por ellos pero, no os lo niego, lo he hecho con el corazón sonriente pensando en Daniel.
¿Cómo donar médula?
Es fácil, sencillo y rápido. En la sala 28, en la zona de consultas del Hospital General se encuentra la unidad de Donación de Sangre. Allí, apenas tardas unos minutos en registrarte. Hay dos formas de donación. Una de ellas a través de una extracción de sangre y, desde hace unos días, la segunda, mucho más rápida es apenas extraer unas gotas de saliva de la lengua.
¿Quién puede ser donante? ¿Y en qué consiste un trasplante de médula?
Toda persona sana entre 18 y 55 años con sangre compatible con la del enfermo a tratar. El trasplante de médula consiste en sustituir las células de la médula de los enfermos por otras procedentes de un donante sano.
¿Cómo se localiza al donante ideal?
Cuando un enfermo necesita un trasplante de médula, primero se busca en el registro español (REDMO). Si se encuentra un donante apropiado, se le localiza y se realiza la extracción. Si no se encuentra en el REDMO, se busca en otros registros extranjeros hasta que aparece, si aparece… Por tanto un donante español, igualmente, también puede ser reclamado para un paciente extranjero.
¿Cómo se realiza la donación?
Puede ser de dos formas, por donación de sangre periférica, similar a una donación de sangre; o bien a través de una donación de médula ósea, bajo anestesia se funciona a través de la piel el huso de la cadera, extrayendo con una jeringa las células de dentro del uso, hasta obtener células suficientes para el trasplante.
Desde Segoviaudaz.es os animamos a acercaros al hospital y a regalar no sólo vida, ¡también esperanza!
Va por vosotros: Dani, Pablo, Mateo… y tantas sonrisas que deben seguir sonriendo.
María Coco