Cuatro toros concluyeron el recorrido urbano del cuarto encierro de las fiestas de la localidad segoviana de Cuéllar, que se saldó sin heridos de gravedad, con sólo tres jóvenes contusionados, y dos astados sedados antes de llegar a las calles de la localidad que acoge los encierros más antiguos de España.

Tras una suelta sin incidentes y con un recorrido por el campo  lento y complicado, dos toros abandonaban el grupo poco antes de llegar al casco urbano, en una loma en el entorno de la cuesta de Castilviejo. La labor de los más de 400 caballistas no fue suficiente, la manada se estiró, amagó con dispersarse y finalmente sólo pudieron reunir en el descansadero a cuatro de los astados de la ganadería de Los Bayones, con fincas en Cáceres y Salamanca.

El encierro urbano se prolongó durante media hora. Hasta las 10 de la mañana no entraron los cuatro toros en la plaza, después de que dos se rezagaran a lo largo del trazado. Según precisó el médico de la enfermería de la plaza, Pablo Vázquez, un joven de Narros de Cuéllar (Segovia) sufrió pequeñas heridas en la cara que requirieron sutura al golpearse con una talanquera; y otras dos personas necesitaron asistencia para limpiar heridas causadas por leves golpes. El quinto y último encierro se celebrará este jueves con novillos de la ganadería Guadajira, de Badajoz.

Foto: Imagen del encierro de hoy miércoles/ Ical