Según las previsiones meteorológicas que baraja el ayuntamiento de Segovia, este verano estará marcado por las temperaturas claramente por encima de la media debido a la presencia de vientos procedentes del desierto del Sahara. De esta manera, sostiene el consistorio, podrán ser tónica habitual las olas de calor. Por otro lado, y a pesar de las tormentas caídas en Segovia durante el mes de junio, no se espera mucha actividad tormentosa a lo largo de lo que queda de verano, situándose las precipitaciones por debajo de la media de los últimos años.
Con este panorama, el Ayuntamiento de Segovia quiere lanzar un mensaje, primero de tranquilidad en el sentido de que el abastecimiento está garantizado durante los siguientes meses a través de las distintas alternativas disponibles, pero también de responsabilidad, avisando que la moderación en el consumo es la mejor apuesta para evitar restricciones al final del verano en el caso en que las lluvias del otoño sean insuficientes o lleguen demasiado tarde, recordando además que el descenso del nivel de agua almacenada afecta también a la calidad de la misma.
El embalse de Puente Alta, en Revenga, se encuentra a un 90% de su capacidad total (2,4 Hm3), lo que significa que permanecen almacenados 2,15 Hm3 (2.150.000 metros cúbicos), después de que empezara a vaciarse durante los últimos días de mayo, casi un mes antes que el año pasado.
Porcentualmente la situación en el embalse del Pontón Alto es algo mejor, ya que cuenta en la actualidad con 7,1 hm3 de agua almacenada, lo que supone un 96% de su capacidad total, que alcanza los 7,4 hm3. Sin embargo esta cantidad es algo menor tanto a la que tenía en estas fechas el año pasado, como la correspondiente a la media de los últimos 10 años, que se sitúa en valores de 7,2 hm3.
Entre las medidas sugeridas por el consistorio para la utilización responsable de los recursos hídricos está el regar las plantas y zonas ajardinadas durante la noche, avisar de cualquier incidencia que se detecte en las redes de riego o suministro municipales, ducharse en vez de bañarse, cerrar el grifo del agua cuando en la ducha nos estamos enjabonando, cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes, reducir la capacidad de las cisternas metiendo en ellas botellas y utilizar el lavavajillas y la lavadora sólo cuando esté lleno.