El programa ‘Alacarta’, de la Consejería de Cultura y Turismo, acerca a los municipios segovianos de Palazuelos de Eresma, Carbonero el Mayor, El Espinar y Cantalejo seis exposiciones fotográficas de temáticas y autores muy diversos. Además, fuera de este ciclo de artes plásticas, una exposición de imágenes aéreas de José Luis Martín Mayoral, gestionada por el propio Servicio Territorial de Cultura de Segovia, visitará también Palazuelos en marzo.
Cada municipio participante abre al público una de las seis nuevas muestras de ‘Alacarta’. En Cantalejo inicia su recorrido por la provincia ‘Ayuntamientos y ríos’, que reúne fotografías de arquitectura y paisaje del artista Barbero Cuba; y en Palazuelos, ‘Dos capitales de Rusia: Moscú y San Petersburgo’, con 35 instantáneas cedidas por el Centro Ruso de la Cultura y la Ciencia de la Embajada de Rusia en España.
La primera exposición de este ciclo que acogerá El Espinar es ‘El lugar que ocupa el hombre’, que muestra 22 imágenes de personas anónimas tomadas por el vallisoletano Miguel Vallinas en distintos escenarios. Y también se inaugura en Carbonero el Mayor ‘Renault, imágenes para el recuerdo’, donde se recogen fotografías tomadas por los propios trabajadores de la factoría a lo largo de los años, desde sus inicios en Valladolid.
Además de estas cuatro exposiciones, ‘Alacarta’ programa en este trimestre ‘Retratos de fragilidad’, con fotografías que expresan emociones y sentimientos para conocer mejor a las personas con discapacidad intelectual. Y ‘Cynefilia’, un proyecto que promociona los archivos de Castilla y León a través de fotografías de su fondos sobre distintos aspectos del pasado más reciente de la Comunidad.
Por último, el Servicio Territorial de Cultura, al margen de la programación de ‘Alacarta’, ha gestionado la apertura en Palazuelos de la exposición ‘Fotografías aéreas: acompañando a los elementos’, basada en el trabajo del segoviano José Luis Martín Mayoral durante más de 20 años de vuelos con su cámara y con la provincia de Segovia como protagonista.
Foto: El proyecto cynefilia/Ical