El Ayuntamiento de Segovia ha detectado en el agua potable procedente del pantano del Pontón Alto un empeoramiento de sus características organolépticas, aunque «el agua que se distribuye en el municipio de Segovia es apto para el consumo humano», aseguran fuentes municipales en un comunicado. La proliferación de algas en el agua embalsada se traduce en un ligero olor a moho y un cierto sabor desagradable.
En la actualidad, todo el agua que se trata en la planta potabilizadora de Segovia procede de los Acuíferos de Madrona y posee unas características excelentes
En los últimos días, el Ayuntamiento ha tenido que tomar medidas ante el empeoramiento de las características organolépticas del agua procedente del Pantano del Pontón Alto del que se abastece la ciudad, a excepción de los barrios de la zona alta que se abastecen siempre del Pantano de Revenga. Esto significa que el problema no afecta a todo el municipio.
Ese empeoramiento de las características del agua se ha traducido en un ligero olor a moho, así como un cierto sabor desagradable.
Este episodio, similar al del año anterior por estas fechas, se produce como consecuencia de la proliferación de algas en el agua embalsada en el Pontón Alto (el situado en la CL 601, en la carretera de la Granja). Esto ha provocado la pérdida de calidad del agua bruta que llega a la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP).
Una vez detectado el problema, el Ayuntamiento empezaba a trabajar para normalizar la situación. Y teniendo en cuenta la experiencia del año anterior, se ha decidido poner en marcha las bombas de los Acuíferos de Madrona. A partir de ahora, en todos los grifos de las viviendas segovianas, cuyo suministro habitual procede del Pontón, se irá notando paulatinamente, la correspondiente mejoría en el olor y sabor del agua.
En cualquier caso, insistir en que según se deriva del exhaustivo control analítico que se realiza diariamente y que está contrastado por la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, el agua de que se distribuye en la ciudad es apta para el consumo humano.