La marca de garantía del Judión de La Granja amparará en otoño el reparto de cerca de una tonelada de semillas entre los productores interesados en sembrarlas el próximo mes de mayo para lanzar al mercado, a finales de 2015, la primera cosecha protegida por el nuevo marchamo de calidad. Si no hay imprevistos, la recogida se llevará a cabo entre finales de septiembre y principios de octubre.
La Asociación Tutor del Judión de La Granja, constituida en marzo como gestora de la marca, será la encargada de esa recogida y el posterior reparto de la legumbre, que ya superó cualquier riesgo de heladas tardías. “Está siendo un año bastante bueno, así que si no hace malo en septiembre podremos acercarnos a los objetivos que nos hemos marcado”, celebra su presidente, Jesús Gómez Grande, en declaraciones a la agencia Ical.
Aunque lo cierto es que roturaron casi una hectárea y finalmente han sembrado sólo media en la zona acondicionada como banco de semillas, en la finca granjeña ubicada detrás de la Casa del Pulimento. “Se nos hizo un poco tarde con el vallado del terreno y el resto de preparativos”, reconoce Grande, quien aun así confía en satisfacer las peticiones de todos los productores.
La demanda comercial ronda los 25.000 kilos netos sólo en Segovia, según las encuestas realizadas el año pasado, de manera que haría falta una producción bruta de unos 40.000 kilos en la cosecha de 2015 para satisfacerla, al presuponer casi un 35 por ciento de estrío (la parte desechable por la marca). Para alcanzar tales cifras deberían cultivarse alrededor de 23,5 hectáreas y, teniendo en cuenta que en cada una se plantan unos 85 kilos, las semillas del banco darán para cubrir entre 10 y 12.
Pero esta parcela no será la única fuente de abastecimiento de judiones con garantía, ya que más de 30 productores (con terrenos dentro del área geográfica de la marca) entregaron semillas propias a la asociación para su análisis físico-químico en el Consorcio Agropecuario Provincial (dependiente de la Diputación) y su certificación. Asimismo, más de medio centenar de agricultores han cultivado pequeñas extensiones este mismo año para ir probando de cara a la próxima campaña: “Como mínimo nos acercaremos bastante al objetivo de producción que nos marcamos, es un primer paso”, prosigue el presidente de la asociación.
El reglamento de uso contempla un ámbito geográfico de 26,07 hectáreas que se extienden por 131 municipios del sur de la provincia segoviana. Y de momento, los interesados en convertirse en operadores de la marca tienen terrenos en pueblos como Caballar, Navalmanzano, Cabañas de Polendos, Escobar de Polendos, Valseca, Otero de Herreros o Martín Muñoz de las Posadas, aparte de La Granja.
La asociación, “sin fondos”
Una vez recogida y preparada la cosecha del banco de semillas, la asociación las venderá a siete euros por kilo, “un precio asequible porque el objetivo no es hacer negocio ahora, sino facilitar que se animen a producir cuantos más agricultores mejor”, defiende Grande. De hecho, para convertirse en operadores de la marca sólo deberán pagar una única cuota de inscripción de 30 euros, sin necesidad de renovaciones en los años siguientes.
A partir de entonces, los objetivos de la asociación pasan por gestionar el registro de operadores e incentivar la constitución de agrupaciones entre los titulares de los terrenos “para concentrar sus suministros, generando nuevos cultivos en la provincia y adaptando su producción a las necesidades del mercado”. Pero Grande advierte que la falta de fondos está lastrando la gestión.
Las ayudas públicas permitieron que el año pasado llegaran a trabajar hasta 16 personas en los trámites para la elaboración del reglamento de uso, la obtención del visto bueno del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) y el posterior registro en la Oficina de Patentes y Marcas. Sin embargo, el presidente de la asociación lamenta que desde abril sólo han estado trabajando de manera activa tres personas y sin ningún tipo de remuneración.
La Consejería de Agricultura y Ganadería, dentro de su línea de Apoyo al Fomento de la Producción de Productos Agrícolas de Calidad, resolvió conceder a la asociación 11.708,15 euros a finales del pasado mes de junio: “Pero el problema es que para recibir ese dinero primero hay que gastarlo para después presentar las justificaciones, y no tenemos fondos que poder gastar”, incide Grande.
Lo que sí tienen es un destino claro para esta ayuda autonómica. Por un lado, “recompensar la mano de obra” para recoger la cosecha, prepararla y acometer el resto de tareas administrativas (8.129,38 euros); y por otro, “dar viabilidad económica y jurídica a la marca” con la contratación de servicios de asesoría fiscal y contable (3.578,77).
La subvención se ha concedido para gastos que se acometan hasta el 31 de octubre y Grande asegura que hace más de un mes que esperan que el Ayuntamiento del Real Sitio les preste los fondos que después reintegrará la Consejería. Si finalmente no llega esa ayuda municipal, “un vocal de la asociación está dispuesto a poner ese dinero de su bolsillo, aunque no parece lo más apropiado”, añade.
Entretanto, la asociación se beneficia de no tener que pagar por su sede, una oficina dentro del propio Consistorio granjeño, que también a su vez costea “determinados gastos de material e infraestructura”. Son, en resumen, las dificultades que debe sortear un proyecto modesto en recursos y ambicioso en su objetivo final: proteger al verdadero judión de La Granja del uso indiscriminado de esta denominación, dar estabilidad a su producción y comercialización y asegurar al cliente que consume realmente lo que se supone que compra.