El consejero de Educación, Juan José Mateos, ha informado de que el curso 2013-2014 no se ofertarán en las cuatro universidades de Castilla y León “entre 10 y 12 titulaciones” que ahora imparten, aunque explicó que la decisión se tomará a finales de este mes de enero después de que algunos rectores que participaron esta tarde en la reunión de la Comisión Académica del Consejo regional de Universidades le pidieran más tiempo para buscar “alguna solución distinta” para esos estudios, lo que consideró “razonable”.
En todo caso, señaló que, “si hay acuerdo, maravilloso”, pero que, “si no lo hay”, su departamento decidirá qué titulaciones no van a admitir nuevos alumnos porque están “convencidos” de que es lo que tienen que hacer porque «no puede haber titulaciones con pocos alumnos y repetidas en los campus».
Asimismo, explicó que sí hubo consenso para ofrecer a partir del curso 2014-2015 “otras soluciones” a algunos grados que no llegan a 35 nuevos alumnos cada año, la ratio establecida por el borrador de Decreto de Ordenación de las enseñanzas de Grado y Máster en el ámbito de Castilla y León presentado hoy a los rectores, como su impartición compartiendo recursos con otras titulaciones, su fusión con otras y la transformación en dobles titulaciones.
Respecto a la primera cuestión, Mateos indicó que en un primer momento afectará a 17 carreras de toda la Comunidad (tres de la Universidad de León, 12 de la de Salamanca y dos de la de Valladolid), que tendrán “un tronco común y luego desarrollarán ramificaciones”, como si se tratara de “un candelabro”, lo que producirá “ahorros importantes en recursos humanos”, que el consejero aseguró que no se traducirán en reducción de profesores, sino en que se dedicarán a otras tareas.
Otra solución, continuó el titular de Educación, es que se fusionen con otras titulaciones, lo que afectará en el curso 2014-2015 a ocho grados (dos de la ULE, dos de la USAL y cuatro de la UVa), aunque comentó que desde su departamento van a propiciar que haya más tanto dentro de los propios campus como “intercampus” e incluso en el futuro entre diferentes universidades.
Por último, otra alternativa es la transformación en dobles titulaciones, ya decidida para un grado de la UBU, tres de la USAL y una de la UVa, pero que Mateos confió en que sea “el principio de lo que se puede hacer con más colaboración y más capacidad de compartir asignaturas”.
Mateos aseveró en que el nuevo decreto “trata de ordenar las enseñanzas universitarias de Castilla y León” para hacer sus titulaciones “más idóneas y potentes”, pero recalcó que no están trabajando “para suprimir o quitar, sino para modificarlas” para “impulsar las titulaciones que existen” y “en el futuro incorporar nuevas para que enriquezcan el sistema universitario de la Comunidad”, lo que explicó que podrá hacerse a partir del curso 2014-2015.
“Aunque sea lo más llamativo, la supresión de titulaciones no es lo más importante”, remarcó el titular de Educación, quien incidió en que esta decisión afectará a “un grupo pequeño y con pocos alumnos”, y destacó además que “no hay que hacerse a la idea que (con este nuevo decreto) sobran profesores”. “No sobra nadie en el sistema universitario de Castilla y León, no va a haber recortes, aunque sí es necesario facilitar otra organización de su tiempo a los profesores que vayan a tener menos carga lectiva para que puedan dedicar ese tiempo a una labor también muy importante, a la enseñanza de másteres, a los doctorados o a la investigación”, apostilló.
El consejero recordó que en el conjunto de España se ha reducido el número de estudiantes universitarios y que eso “afecta fundamentalmente a algunas titulaciones”, por lo que desde su departamento están “buscando especializaciones” y ayudar a las universidades a que “sean capaces de compartir docencia en asignaturas básicas para que puedan tener titulaciones más potentes, más eficientes y más eficaces”. Al respecto, recalcó que a la Comunidad le “interesa desarrollar más” un sistema universitario regional, tanto público como privado, “defendiendo la individualidad y la autonomía” de cada centro, pero “impulsando que compartan más capacidad docente e investigadora”, para lo que pidió “un esfuerzo” a los rectores.
Por otra parte, aseguró que, “con carácter general”, los responsables de las universidades regionales están “de acuerdo con el decreto, una vez que se mejore la redacción”, para lo que explicó que también les dio de plazo hasta final de mes para que puedan hacer sus aportaciones. Además, anunció que antes de que acabe enero convocará al Consejo regional de Universidades, en el que, además de los rectores, están también presentes los presidentes de los consejos sociales, los representantes de los sindicatos y algunas personas nombradas por las Cortes, para presentarles el documento, que también llevará a la Comisión de Educación del Parlamento autonómico para que los grupos políticos puedan discutir sobre él.
Número mínimo de alumnos
Mateos detalló algunas cuestiones del borrador de Decreto de Ordenación de las enseñanzas de Grado y Máster en el ámbito de Castilla y León, como que se podrán suprimir titulaciones de grado con menos de 35 alumnos de nuevo ingreso durante tres años y de máster de menos de 15 en el mismo periodo, que indicó que son “cifras de referencia” y aclaró que a la hora de tomar una decisión “se tendrán en cuenta otras cuestiones”.
Al respecto, indicó que habrá excepciones a ese número mínimo de estudiantes, como las titulaciones consideradas “estratégicas” para la Comunidad, que señaló que se definirán en “los próximos días”, aunque apuntó que, por ejemplo, estarán entre ellas Lengua Española y Matemáticas.
Además, explicó que el futuro decreto estará vigente desde su aprobación este año hasta 2020, teniendo en cuenta que el Gobierno español ha anunciado que en 2015 tiene previsto revisar la estrategia nacional de universidades y que la Unión Europea hará lo mismo con la comunitaria en 2020.
Reacción de los rectores
El rector de la Universidad de León, José Angel Hermida, apoyó el borrador de decreto presentado hoy por Mateos porque consideró que “trata de poner orden en una cosa que realmente se ha ido de las manos” recalcando que “no es justo que Castilla y León financie titulaciones con pocos alumnos y repetidas en varias universidades”, y opinó que va a permitir a las universidades “gestionar sus recursos mejor y de forma más eficiente”. “No siendo agradable la situación, si tenemos un poco de imaginación, podemos sacar cosas positivas”, concluyó.
Por su parte, los rectores de las universidades de Salamanca y Valladolid, Daniel Hernández Ruipérez y Marcos Sacristán, respectivamente, reconocieron que “los problemas mayores” a la hora de decidir suprimir titulaciones se dan en los campus periféricos porque en ellos las carreras “cumplen una función social”, por lo que apostaron por ser “sensibles” con estos casos y “estudiar los cambios con mucho cuidado”, buscando “fórmulas” para mantener esos grados.