Ángel Carromero ha abandonado alrededor de las 18:10 horas la prisión segoviana de Perogordo sin hacer declaraciones y espetando únicamente un “gracias por la atención” a los medios de comunicación que le esperaban a las puertas del centro. El dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular fue recogido por dos amigos en un coche modelo Alfa Romeo de color rojo que llegó alrededor de veinte minutos antes de su salida.
Tras estacionar en el aparcamiento en las inmediaciones, uno de los pasajeros abandonó el vehículo para dirigirse hacia las puertas de la cárcel, mientras el conductor le esperaba con el motor encendido. Minutos después, Carromero salía por la puerta ante la expectación de los medios de comunicación y con una maleta en la mano que guardó en el maletero antes de introducirse en el vehículo que ya le esperaba a las puertas.
Tras concederle el tercer grado el militante del PP no tendrá que volver a la cárcel segoviana puesto que dependerá de un Centro de Inserción Social (CIS) de la Comunidad de Madrid donde continuará con su empleo en la Junta de Distrito del barrio de Moratalaz, que ocupaba antes de viajar a Cuba. Es allí, donde empezó a cumplir los cuatro años de cárcel por el accidente que costó la vida a los opositores castristas Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Además, según informaron fuentes penitenciarias, la Junta de Tratamiento de la cárcel segoviana estableció que Carromero tendría que cumplir en régimen de semilibertad, con el que se prepara a los internos para su reinserción social, el resto de condena impuesta de cuatro años. Las mismas fuentes apuntan que podría someterse un control telemático por el que no sería necesario asistir cada noche al CIS a pernoctar.
El militante del PP ingresó en la Centro Penitenciario de Segovia el pasado 29 de diciembre pasadas las dos horas de la tarde, el mismo día que la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se desplazó hasta el lugar para visitarle sin conseguirlo debido a que carecía de los permisos oportunos. Entonces, a las puertas del centro, Aguirre mostró su absoluta confianza en que el Gobierno e Instituciones Penitenciarias procederían a la concesión del tercer grado debido, recalcó, a que “Ángel Carromero no es un delincuente aunque hayamos tenido que aceptar la sentencia para que viniera a España”.
Posteriormente, la presidenta del PP madrileño se entrevistó con Carromero el 1 de enero tras un encuentro en el que ante los medios de comunicación relató el sufrimiento de Carromero en la cárcel cubana, donde estaba sujeto a una vía, como «una tortura». En este sentido, Aguirre aseguró no reconocer la justicia cubana y afirmó que el régimen es una tiranía que se prolonga desde hace 54 años.