
La oferta cultural de Los Ángeles de San Rafael suma un nuevo punto de encuentro: la Sala Los Ángeles, un espacio escénico privado impulsado por Sergio Artero, director de la Compañía Saltatium Teatro, asentada en la provincia desde hace más de 15 años. La inauguración de la sala supone la materialización de una idea que, según explica María, responsable de comunicación del proyecto, llevaba «mucho tiempo rondando en su cabeza».
Esta localidad segoviana ofrecía, según María, «una oportunidad excelente», no solo por su estratégica ubicación a medio camino entre Madrid, Ávila y Segovia, y perteneciente al municipio de El Espinar, el segundo mayor núcleo poblacional de la provincia, sino también por la posibilidad de convertirse en un enclave cultural para públicos diversos. A ello se suma el atractivo de la Sierra de Guadarrama, un área con oferta cultural propia, pero donde «no existen salas alternativas privadas como esta».
La Sala Los Ángeles, un proyecto único en la provincia
La Sala Los Ángeles se presenta como una rareza en el panorama escénico segoviano. Es, como recalca María, «la única sala absolutamente privada de Segovia», frente a otros espacios institucionales o sostenidos con ayudas públicas. Con un aforo de aproximadamente 150 personas, el proyecto aspira a consolidarse como una sala alternativa «de pequeño o medio formato», con intención de integrarse en el circuito nacional de salas alternativas.
Talento local, folk y poesía escénica protagonizan la programación de apertura de la Sala Los Ángeles
Para iniciar su andadura, la sala ha apostado por una programación que visibiliza el talento de la provincia, tanto musical como teatral.
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Entre las primeras propuestas destacan dos ciclos temáticos. Por un lado, el ciclo Folky Folky, dedicado a la música folk y con actuaciones de Yoraima, Milo Ke Mandarini, el grupo de música tradicional de Trescasas Masamadre y Dos. Por otro, el ciclo Valientes con Vates, centrado en la poesía escénica y en el que «tienen cabida los cantautores, la poesía expandida, la perfopoesía y todos los juglares que ponen la palabra poética en el centro de la conversación y en manos de todos los sentidos», tal y como se expone en la página web de la sala. Ambos ciclos cuentan con abonos para quien quiera seguirlos.
La intención, explica María, es ampliar la oferta en el futuro con nuevos ciclos, como jazz o flamenco.
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La Sala Los Ángeles apuesta por los talleres y la participación
La formación y la participación tendrán también un papel destacado en la actividad de la Sala Los Ángeles con la programación de talleres. El primer taller programado es de clown, impartido por la payasa Angosta Di Mente, que actuará en febrero. La idea, explica María, es que los artistas que pasen por la sala puedan también ofrecer talleres, pues «es una forma de acercar al público a las artes escénicas, no solo sentándoles en la butaca, sino también participando y aprendiendo».
Tal y como adelanta María, «más adelante queremos hacer lo mismo con la danza«, por lo que los aficionados a este arte tendrán también un punto de encuentro en el que divertirse y seguir aprendiendo.
El cine regresa a Los Ángeles de San Rafael
El espacio que ocupa la sala fue originalmente un cine, cerrado hace años. La reapertura como sala de espectáculos ha devuelto la ilusión a los vecinos, que durante las obras «se acercaban, preguntaban y nos transmitían su expectación», recuerda María, ya que «la gente echaba mucho de menos el cine». Así, el equipo ha decidido recuperar la vocación cinematográfica del lugar, apostando por proyecciones de cine alternativo, ciclos y encuentros con charlas.
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«El cine Los Ángeles cerró y ahora tenemos la sala, así que todo era una invitación a que hagamos cine. De hecho, hay una gran pantalla en la sala», sostiene la responsable de comunicación. «Ahora que han desaparecido muchos cines y parece que el cine está ‘de capa caída’ porque todos nos aferramos a ver pelis en casa, nos parecía una apuesta traer el cine», subraya.
Un proyecto que empieza a darse a conocer
Aunque la sala ha sido recibida con entusiasmo por quienes ya la han visitado, María reconoce que aún queda camino por recorrer: «Todavía falta que la gente nos conozca un poquito más, tanto en Los Ángeles como en El Espinar y en Segovia». No obstante, «tenemos la sensación de que la gente que ha visitado la sala está contenta», recalca María.












