
A poco más de una hora de Madrid y a tiro de fin de semana desde Segovia, la Comarca de Tierras de Villacastín, también conocida como la Comarca del Suroeste, ofrece un mosaico de pueblos de piedra, miradores sobre la meseta y palacios frescos de bosque que aún conservan la autenticidad del interior castellano.
A continuación te presentamos varias localidades segovianas que contienen toda la esencia y esplendor de esta comarca.
Villacastín: plaza mayor, iglesias y memoria trashumante
Centro histórico de la comarca, Villacastín conserva una magnífica plaza porticada, casas señoriales y la iglesia de San Sebastián, proyectada en tiempos del auge trashumante del siglo XVI. Es la iglesia de mayores dimensiones de la provincia de Segovia. De hecho, Marqués de Lozoya acostumbraba a referirse a ella como La Catedral de la Sierra. Sus piedras cuentan la importancia ganadera del pasado y su iglesia herreriana es visita obligada. Sin duda, es un perfecto punto de partida para pasear y tomar un café antes de continuar la ruta.

Ituero y Lama: encanto rural
De origen medieval, Ituero y Lama recoge el paisaje llano y los cerros típicos de la meseta, con pequeñas ermitas, el horno de cal restaurado y restos de arquitectura tradicional que muestran la vida rural. Es un buen destino para quien busca senderos cortos y un contacto directo con la naturaleza de la comarca.
Puedes combinar la visita a la localidad con un paseo por las cercanías y un almuerzo en alguno de los restaurantes locales.
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Ortigosa del Monte: rocas, rutas y el Berrocal
Para los amantes del paisaje granítico y las formaciones rocosas singulares, Ortigosa del Monte ofrece en las Tierras de Villacastín recorridos por el Berrocal, con bolos graníticos y senderos con panorámicas interesantes. Es un buen lugar para practicar fotografía de paisaje y rutas cortas en entorno serrano.
Como curiosidad te gustará saber que, según las últimas averiguaciones, el Berrocal de Ortigosa del Monte fue la principal cantera romana utilizada para la construcción de las arquerías del Acueducto de Segovia.
Monterrubio: tranquilidad y naturaleza agrícola
Monterrubio combina campos de cultivo, pinares y encinares; un destino recomendable para quien busca respirar campo y disfrutar de la gastronomía local (embutidos y productos de la tierra). El municipio cuenta con recursos turísticos y es un buen lugar para detenerse en ruta. Aunque está en desuso, tiene categoría de villa al menos desde el siglo XVII.
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La Granja de San Ildefonso: palacio y fuentes monumentales
Es sin duda, una de las joyas más visitadas de la zona. El Palacio Real de La Granja y sus jardines barrocos con fuentes monumentales que se activan periódicamente constituyen una visita imprescindible. El contraste entre los bosques y la arquitectura palaciega aporta variedad al recorrido por la comarca.
Si pasas por esta localidad segoviana, no olvides degustar su plato estrella: los judiones de La Granja.

Valsaín y La Pradera de Navalhorno: naturaleza, historia y esencia serrana
Dentro del término municipal del Real Sitio de San Ildefonso, se encuentran Valsaín y La Pradera de Navalhorno, dos núcleos que condensan la esencia más verde y montañosa de las Tierras de Villacastín.
Valsaín fue, siglos atrás, un lugar de descanso real. Aquí mandó construir Felipe II su primer palacio de recreo. Hoy apenas quedan ruinas, pero el lugar conserva su aire majestuoso. El pueblo, abrazado por los Montes de Valsaín, es el punto de partida de rutas emblemáticas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, como la Senda de los Reales Sitios o el Camino de Pesquerías Reales, que sigue el curso del río Eresma.

A escasos minutos, La Pradera de Navalhorno nació como núcleo obrero vinculado a la gestión de los montes y la madera de Valsaín. Sus casas de piedra, con tejados a dos aguas y chimeneas altas, conservan la tipología de los pueblos de montaña castellanos.
Hoy, el pueblo respira tranquilidad y vida local, con talleres artesanales, pequeños alojamientos rurales, panaderías con horno de leña y tabernas con encanto que atraen a excursionistas y senderistas durante todo el año.
Puedes pasear por sus calles y detenerte en los miradores naturales del entorno. Los más montañeros podrán iniciar rutas hacia la Cascada de la Chorranca, la Cueva del Monje, la Silla del Rey o hacia el Puerto de Navacerrada, según la época del año.
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Palacio Real de Riofrío: un imprescindible en la provincia
El Palacio Real más conocido de la provincia de Segovia es el Palacio Real de La Granja. No obstante, perteneciente también al municipio del Real Sitio de San Ildefonso, a algo más de 20 kilómetros de La Granja, se esconde el Palacio Real de Riofrío, entre más de 600 hectáreas de bosque de gran biodiversidad.
Es una de las residencias de la Familia Real Española, gestionada por Patrimonio Nacional, y su entorno constituye una «importante reserva ecológica y biológica», tal y como explica este organismo. Alrededor del Palacio se puede recorrer la Senda del Mirador, con acceso libre y gratuito.

Torrecaballeros: una parada cerca de la sierra
Torrecaballeros destaca por su posición a la orilla de la sierra y por su tradición en asados y cocina castellana. Es un buen punto para combinar naturaleza (rutas hacia la Sierra de Guadarrama) con gastronomía de asador y una plaza tranquila donde descansar.

Palazuelos de Eresma — miradores y cercanía a Segovia
Para concluir este viaje por las Tierras de Villacastín, nos vamos a Palazuelos, un enclave que combina naturaleza fluvial con el paso del río Eresma por su territorio, miradores y la proximidad a Segovia y La Granja. Todo ello convierte a la localidad en una parada cómoda para rematar la ruta o para alojarse si se prefiere una base cercana a varios puntos de interés.









