54 desempleados se contratarán en Segovia
Img/Sito Batán

Por Noelia Garrido Mate

Si alguna vez usas el término «Sierra de Madrid», tal vez te gustaría saber que has caído en un error (tristemente) muy generalizado. Se trata de un debate muy vivo en medios, redes y hasta en conversaciones cotidianas para el que la mayoría de los segovianos tiene una postura muy clara: la Sierra tiene nombre propio.

«Sierra de Guadarrama» no es un topónimo que nos venga al gusto. Es la denominación oficial recogida en mapas, documentos y, desde 2013, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama para referirse al conjunto montañoso que forma parte del Sistema Central y se extiende por las provincias de Madrid, Segovia y Ávila. Tal y como se explica en la Guía Geológica del Parque, tradicionalmente, se ha considerado que su nombre procede de la adaptación fonética hispana de la palabra original árabe «Guad-er-Ramal», que significa «Río del Arenal».

Planes al aire libre para disfrutar del otoño en la provincia de Segovia

Bien es cierto que el término “Sierra de Madrid” comenzó a popularizarse hasta llegar a los titulares y textos de numerosos medios de comunicación. Además, para los madrileños, “su” sierra más próxima es Guadarrama, por lo que empezó a extenderse en el uso coloquial. No obstante, tanto si te refieres a la vertiente madrileña de la Sierra o a la Sierra en su conjunto, lo más correcto es llamar a las cosas por su nombre.

Referirse a la Sierra de Guadarrama por su verdadera denominación es una manera de respetar la historia y la diversidad de un territorio compartido. Caer en la simplificación significaría invisibilizar a Segovia y Ávila, por cuyos territorios también se emplazan las maravillas de la serranía. La sierra ya tenía nombre mucho antes: Guadarrama, y merece que lo sigamos usando.

«No son los Acantilados de Irlanda, es la Risca de Valdeprados»: La joya oculta de Segovia que te dejará sin aliento