La medida, aprobada el pasado julio prevista en el Real Decreto Ley 9/2011, para la generalización de la prescripción por principio activo en el Sistema Nacional de Salud ya está en vigor. Esto supone que los médicos a partir de ahora no podrán recetar el medicamento «de marca» sino el principio activo del fármaco.

«Un ahorro de 2.000 millones de euros o incluso más» es lo que espera lograr la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín al implantar esta medida sanitaria. Además, la norma establece que en las farmacias se deberá dispensar el medicamento de los que estén a menor precio, que contengan el mismo principio activo que el prescrito, la misma dosificación y la misma vía de administración. Además la ministra de Sanidad recordó que los 2.400 millones anuales que se pretende ahorrar a través de este decreto servirá para «pagar a las farmacias, a los proveedores y garantizar las prestaciones».

Sin embargo, el médico siempre podrá prescribir al paciente el fármaco que considere más apropiado, sea su precio el que sea, siempre que exista una necesidad terapéutica justificada. Para esto, la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha declarado que en las recetas oficiales en papel el médico tiene que indicar la «necesidad terapéutica» avalada por su firma para que se pueda dispensar el fármaco adecuado.

Otras de las actuaciones que se llevarán a cabo contempla la rebaja en un 15% en el precio de los medicamentos cuya patente ha sobrepasado los 10 años y se crearán conjuntos de medicamentos homogéneos para ponerles el menor precio de referencia posible. En la actualidad, los precios de referencia se fijan una vez al año pero ahora se hará de forma inmediata y automática cada vez que aparezca un nuevo genérico que permita crear un nuevo conjunto.

Pero no todos los responsables, profesionales y trabajadores sanitarios están de acuerdo con la imposición de los medicamentos genéricos. Ocho de cada diez médicos españoles consideran que la prescripción por principio activo puede dar lugar a cambios reiterados en los medicamentos, lo que puede originar «confusión, pérdidas de adherencia o duplicidades», en especial en los enfermos crónicos, polimedicados y personas de edad avanzada. Este dato procede de una encuesta realizada en octubre a ochocientos facultativos de toda España, tanto de atención primaria como especializada, y que ha realizado SigmaDos por encargo de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME). El 75% de ellos consideran que los pacientes notarán cambios en la efectividad y más de la mitad cree que afectará al resultado del tratamiento del sistema público.

El sondeo revela que los médicos se guían por criterios clínicos a la hora de prescribir y, así, cerca del 87 % subraya que prescribe marca, genérico o principio activo en función de las características clínicas de cada paciente y de su problema de salud. Una de las contraindicaciones de los genéricos es que, en el caso de las enfermedades del sistema nervioso, la dosis de la medicación puede causar graves consecuencias por lo que los medicamentos genéricos son menos apropiados.

Por otro lado, desde el Ministerio de Sanidad se pretende crear un comité que estudiará qué medicamentos y a qué precio pueden incorporarse al catálogo médico nacional. Estará compuesto por expertos propuestos por las Comunidades Autonómas y el Ministerio. Su función será la elaboración de informes de coste-efectividad, que serán imprescindibles en la decisión sobre la incorporación de nuevos fármacos a la prestación farmacéutica. El 72,5 % de los encuestados está a favor de que se instaure un catálogo único en todo el territorio nacional pero el 18% no pueden prescribir todos los fármacos del catálogo nacional.

Finalmente, tanto el Ministerio de Sanidad como las Comunidades se han comprometido a trabajar para que el año que viene esté en circulación una tarjeta universal para todos los españoles y también se implantará la receta digital, un proceso que se inició en 2005.

Con todas estas medidas, la titular de Sanidad asegura que se potencia la sostenibilidad del sistema sanitario, algo necesario para mantener la «calidad de la prestación sanitaria española».

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