¿Y si te dijéramos que una de las maravillas naturales más impresionantes del mundo se esconde, casi en secreto, en el corazón de Segovia? A veces, los tesoros más grandiosos no gritan su presencia, sino que esperan, discretos, a ser descubiertos. La campaña ‘La Provincia de Segovia, un mundo entero por descubrir’, impulsada por Turismo Provincia de Segovia y la Diputación Provincial, te invita hoy a desvelar uno de esos secretos que podría codearse con cualquier paisaje de postal. Prepárate para una revelación.

Bajo lemas que desafían tu imaginación, como «No es Carcasona, es Cuéllar», «No son las Cuevas de Altamira, es la Cueva de los Enebralejos», o «No es Japón, es el Hayedo de La Pedrosa», la provincia se presenta como un destino lleno de asombrosos paralelismos con las grandes maravillas del mundo. Y hoy, te llevamos a un lugar donde la naturaleza se muestra en su estado más salvaje y espectacular: la Risca de Valdeprados.

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La Risca de Valdeprados: el «acantilado» segoviano que te robará el aliento

La comparación «No son los Acantilados de Irlanda, es la Risca de Valdeprados» no es una exageración. Este paraje, esculpido por el río Moros, te transporta de inmediato a la majestuosidad de los famosos acantilados irlandeses, pero con la intimidad y el encanto de lo auténticamente segoviano. Es una maravilla oculta, una gema natural donde la fuerza del agua ha tallado paredes vertiginosas y un cañón impresionante, creando un paisaje de una belleza sobrecogedora.

El camino que conduce a la Risca desde el pueblo de Valdeprados es, en sí mismo, parte de la experiencia. Cada paso te regala vistas panorámicas que te invitan a detenerte, a respirar el aire puro y a contemplar la inmensidad del entorno. Es un recorrido que te prepara para la grandiosidad que te espera, un preludio perfecto a la dramática belleza de los cortados. Aquí, el silencio solo se rompe por el murmullo del río y el canto de las aves, invitándote a una conexión profunda con la naturaleza.

Y al inicio de esta aventura, el pequeño y encantador pueblo de Valdeprados te recibe con su propio encanto histórico. Su Torre de los Condes, vestigio de un pasado señorial, y la venerable Iglesia de Santa Eulalia, con su arquitectura que evoca siglos de historia, nos transportan a otra región maravillosa del mundo, una donde el patrimonio se funde con el paisaje. Es un recordatorio de que, en Segovia, cada rincón esconde una historia y una belleza únicas.

No hace falta ir lejos para encontrar otra maravilla

Con la campaña ‘La Provincia de Segovia, un mundo entero por descubrir’, se pone en valor que para encontrar un patrimonio cultural y natural inigualable, no hace falta ir lejos. El encanto de los acantilados de Irlanda está en la Risca de Valdeprados; el de Carcasona, en Cuéllar; la paz idílica de la Toscana la encontramos en Sotosalbos; la majestuosidad de Altamira, en la Cueva de los Enebralejos; y la serenidad de Japón, en el Hayedo de La Pedrosa. La provincia de Segovia, con sus rincones mágicos, nos espera para ser redescubierta.