El Ayuntamiento de El Espinar así como la Diócesis de Segovia han mostrado su consternación por la muerte de Jesús Torres Bravo.
El misionero falleció este domingo, 8 de junio, a los 80 años de edad. El sacerdote diocesano Jesús Torres Bravo entregó su vida a los demás.
Fue párroco de La Estación de El Espinar durante muchos años, municipio en el que Jesús Torres era muy querido.
Nacido el 26 de mayo de 1945 en Pinillos de Polendos, ingresó en el Seminario de Segovia, donde cursó Humanidades y Filosofía.
Posteriormente, se trasladó al seminario del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras), en Bury, para completar sus estudios teológicos.
Fue ordenado sacerdote el 31 de mayo de 1970. Durante sus primeros años ministeriales sirvió en diversas parroquias de la Diócesis, como El Espinar y San Frutos.
Ver esta publicación en Instagram
Llamada misionera que le acompañó toda su vida
Poco después, respondió con entusiasmo a la llamada misionera y marchó a Mozambique, donde desarrolló una intensa labor pastoral durante más de 30 años. Su experiencia en tierra africana marcó profundamente su vida y ministerio.
A su regreso a España, continuó sirviendo en comunidades rurales, como Aguilafuente y sus anejos, y más recientemente, en Madrona y sus pueblos cercanos.
También fue delegado diocesano de Manos Unidas, destacando por su implicación en la promoción de la justicia y la solidaridad.
Su corazón, siempre en Maputo (Mozambique)
Jesús fue un hombre dinámico, entregado, alegre y profundamente misionero. Su corazón vivió siempre entre Mozambique y las comunidades rurales de Segovia, donde dejó huella por su cercanía, compromiso y sencillez.
Precisamente, falleció en Maputo (Mozambique), donde siempre tenía su corazón y al que había regresado en un periodo vacacional.
Una vez sea repatriado su cuerpo, la Diócesis de Segovia informará de la celebración de su funeral.