Descubre cuatro pueblos de Segovia de una manera diferente con las marchas nocturnas del programa ‘Marchando por la Provincia’.
Con la llegada del buen tiempo, esta iniciativa que une a la Diputación de Segovia con Territorio Rampinge, se pasa a los itinerarios nocturnos. Esta práctica aúna la marcha nórdica con la observación del cielo segoviano.
– Un alfarero de un pequeño pueblo de Segovia, Premio Nacional de Cerámica Tradicional –
Se trata de un ciclo que sigue sorprendiendo tanto a los segovianos como a los visitantes. Por un lado, por tratarse de una propuesta innovadora, que permite dar a conocer los rincones más emblemáticos y escondidos de la provincia. Y, por otro, porque al realizarlo mediante la práctica de la marcha nórdica, se consiguen beneficios para la salud, además de ser apta para un abanico amplio de edades.
Explorar la belleza del cielo nocturno segoviano
La baja contaminación lumínica convierte a buena parte de la provincia en emplazamiento privilegiado para la observación celeste, contando con certificación Starlight.
Rutas nocturnas que se van a suceder en Sotosalbos, el 7 de junio; Cuevas de Provanco, el 21 de junio; Garcillán, el 5 de julio; y en Castrillo de Sepúlveda, el 19 de julio. Mientras, los recorridos diurnos se han llevado a cabo en Arahuetes, Languilla, Zarzuela del Pinar, Madriguera, Navas de Oro y Palazuelos de Eresma.
Este programa, que alcanza su tercera entrega y se consolida en la programación anual que impulsa la Diputación de Segovia, “busca ofrecer alternativas a los vecinos del territorio provincial, para mantener hábitos saludables”, como ha recordado el diputado de Deportes, Óscar Moral. De este modo, de la mano de las responsables de Territorio Rampinge, Nuria San Frutos y Otero de Pablo, se hace posible esta acción.
La marcha nórdica es una actividad que puede ser compartida entre distintas generaciones, además de dar pie a conocer gente nueva o, incluso, a reencontrarse con alguien. Se trata de un ejercicio suave pero efectivo, como han explicado tanto Nuria San Frutos como Otero de Pablo. Precisa de unos bastones especiales para desarrollar una técnica con la que se mueve el 90% de los músculos del cuerpo, con poca sensación de esfuerzo, lo que la convierte en una práctica accesible a un amplio abanico de gente, con beneficios para su salud.