48’36KM – 7h30. Por Abel de Frutos
El dolor: Cuando el dolor es insoportable, nos destruye; cuando no nos destruye, es que es soportable. (Marco Aurelio).
Y en esas estamos, de momento hoy no nos destruyó, intentaremos que no nos destruya mañana.
Pasé una noche estupenda en casa de Jorge, sus padres me trataron de maravilla y dormí genial, así que a priori la etapa de hoy, con 48 kilómetros y desnivel favorable se presentaba ideal para relajar, disfrutar y gastar lo menos posible.
Pero claro, la vida no es tan sencilla como suponemos y los planes no salen siempre como deseas.
Me levanto temprano para evitar el calor y salgo a eso de las 6h30am, pronto me doy cuenta de que la cosa va a estar complicada, sigue molestándome mucho el tibial anterior y aunque en los primeros kilómetros al menos me deja correr, la cosa no me gusta nada.
Etapa favorable, menos kilómetros de lo habitual y la mayoría del tiempo paralela a la carretera. Se nota que es la hora de salida de los peregrinos puesto que me encuentro a muchos antes de salir de León, luego iré pasando peregrinos durante toda la etapa, a excepción de las bicis que obviamente me adelantan ellas.
A falta de 30 kilómetros (con 18 ya recorridos) el dolor en el tibial empieza a hacerse insoportable, ¿he dicho insoportable?, pues según Marco Aurelio no, porque no me destruye (aunque se queda cerca).
Hablo con Ana y me sugiere buscar un fisio en Astorga, así que se pone manos a la obra mientras yo sigo a lo mio, recorriendo kilómetros cercanos a la carretera y aguantando el dolor, tanto corriendo, como cuando toca andar.
Siguen pasando los kilómetros y el dolor se acentúa, pero viendo los mensajes de ánimo que me va mandando la gente en el reloj. Ello me hace seguir y acordarme de los chicos, lo que me ayuda a continuar.
Termino la etapa en el Albergue de peregrinos, con ganas de que llegue la hora para visitar al fisio esperando que me apañe y pueda continuar con las cinco etapas que quedan para cerrar mi parte del reto. Vamos viendo mojones con el 2 delante y empezamos a restar etapas.
Ya solo queda descansar para atacar la séptima etapa que transcurrirá entre Astorga y Ponferrada, 52 kilómetros con casi 1000 metros de desnivel que se prevee dura. Siempre por AEFAT en busca de una cura para la ataxia telangiectasia. Ya sabéis, si queréis apoyarnos podéis hacerlo en migranodearena.org.