pueblo de Segovia con 133 habitantes
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Este pueblo de Segovia con 133 habitantes, y uno de los más infravalorados de la provincia, según apunta la Revista Viajar, es una joya.

A su rico patrimonio histórico-artístico, hay que sumar otros atractivos turísticos.

No en vano, el antiguo antiguo ábside románico de esta villa segoviana está en Estados Unidos, donde fue llevado piedra a piedra, y buena parte de la villa es Conjunto Histórico.

Y, además, tiene un hotel premiado como el mejor resort sostenible de Europa.

Fuentidueña

Entre ellos, el Palacio, la Casa de la Comunidad de Villa y Tierra y el Ayuntamiento, antigua casa señorial de la familia Lara.

Para los amantes de la historia, apunta la revista, tendrá especial interés la Necrópolis medieval de Fuentidueña. Localizada en la parte superior del recinto amurallado, excavado en la piedra y con esculturas antropomorfas con cientos de años de antigüedad.

Sin duda, señala Viajar, es «un destino que debería tenerse más en cuenta».

Por su parte, para Turismo de Castilla y León «naturaleza e historia se dan la mano en la hermosa villa segoviana de Fuentidueña, ubicada al norte de la provincia sobre la quebrada del valle del río Duratón».

En este sentido, invita a descubrir «su rica historia forjada durante siglos por las diferentes culturas que pasaron por ella y nos han dejado un legado patrimonial de excepción. Desde sus murallas a las iglesias y el palacio de su pequeño centro urbano, todos los rincones de esta localidad guardan tesoros».

De turismo por Fuentidueña

Segovia Turismo destaca para ver en Fuentidueña su muralla, ya que «la villa estuvo amurallada en sus lados norte, sur y oeste con una función claramente defensiva».

Por su lado este, existe una impresionante cortada rocosa que hace muy fácil la defensa. El acceso intramuros solo es posible a través de una de sus tres puertas. Por un lado, la Puerta de Palacio, que parece que fue la entrada principal de la villa. Por otro, la Puerta de la Calzada, que daba acceso al recinto desde el arrabal. Y la Puerta de Alfonso VIII o de Trascastillo, situada en la cara sur de la muralla.

En la plaza de la villa existen dos ventanas practicadas en la muralla, su construcción debe situarse entre los s. XII y XIII.

Ayuntamiento, Casa de la Comunidad de Villa y Tierra y el Palacio

Situado en la plaza de la villa, estuvo emplazado un palacio durante el reinado de Da Urraca y Alfonso El Batallador.

Antigua cárcel del alfoz de Fuentidueña, adosado a la muralla, donde actualmente se reúnen los representantes de los veintiún pueblos que integran la comunidad de villa y tierra.

Situado en la plaza de su mismo nombre, construido a mediados del s. XV, fue residencia de D. Pedro de Luna y su familia.

Capilla del Pilar o de los Condes de Montijo

Junto al Palacio, declarada bien de interés cultural, fue erigida a instancia del conde de Montijo y nombrada capilla del Pilar por la devoción que sentía su esposa a esta advocación. Se terminó en 1720, de estilo neoclásico, con una fachada simétrica de clásica sencillez de sillería caliza. Su portada está blasonada con un escudo de armas de los linajes de los Montijo y Fuentidueña.

Iglesia de San Miguel

Declarada bien de interés cultural, en su exterior se puede contemplar su pórtico de siete arcos bizantinos sobre columnas geminadas, en los que sus capiteles tienen decoración vegetal. Cuenta con tres puertas, la del pórtico, la del acceso al templo y la llamada «Puerta de los Perdones».

En la cabecera un ábside semicircular y en el interior una nave cubierta con bóveda de medio cañón y dos capillas a ambos lados del ábside. Coronan la nave hermosos capiteles entre los que destacan el tema de la psicóstasis y el martirio de San Esteban entre otros. Presidiendo el templo se encuentra la talla de San Miguel Arcángel (1583).

Hospital de la Magdalena

Declarado bien de interés cultural, fue construido por disposición testamentaria de Dª Mencía de Mendoza hacia el año 1540, para acogida de pobres y enfermos de Fuentidueña y su alfoz. Actualmente se encuentra en ruinas, pendiente de restauración.

Ruinas de San Martín

Fueron declaradas monumento histórico artístico en 1931, fue un templo de estilo románico construido en dos etapas, su torre y única nave en el s. X y el ábside a mediados del s. XII. Éste actualmente se puede contemplar en el museo de los Claustros en Nueva York.

Necrópolis

Formada por una sucesión de unas doscientas tumbas circundando la iglesia de san Martín, talladas en roca, antropomorfas, datan desde el s. X hasta el s. XVII.

El Castillo

Declarado junto con las murallas bien de interés cultural. No existe una claridad histórica sobre su origen, pero parece que su construcción se remonta a los s. XII y XIII. Tuvo importancia con el reinado de Alfonso VII, quien tuvo cortes aquí y se concertó la paz con Navarra y otorgó testamento en 1204.

En los años 70, el ministerio de hacienda subasta el castillo con un precio de 25.000 pesetas, pasando así a manos privadas.