Img/Rastrojo-Wikipedia

Esta localidad de la provincia podría considerarse como un Berlín poético en un pueblo de Segovia, a unos 50 kilómetros de la capital del Acueducto.

El talento se respira en calles, plazas y rincones de esta población que no llega a 3.000 habitantes y que, sin embargo, atesora. Nava de la Asunción suma pintura y poesía.

Caminar por las calles de Nava de la Asunción es dar un paseo por el arte en estado puro en un pueblo de Segovia, repleto de Street Art. Además, es el pueblo en el que reposan las cenizas del poeta Jaime Gil de Biedma.

Arte en estado puro en un pueblo de Segovia

Román Linacero es el pintor que inunda de street art fachadas y paredes de la localidad segoviana.

«Los murales son una parte de mi trabajo», apunta. Trabajo «pintura al óleo» y la temática es variada. Y, así, llena  cada rincón de Nava de la Asunción.

Sr. Momán es el nombre con el que pintor Román Linacero firma sus murales y obras de arte urbano que se pueden descubrir recorriendo Nava de la Asunción.

Arte en estado puro en un pueblo de Segovia
Img/Román Linacero

La ruta de los murales de Nava de la Asunción

Por ello, en este pueblo segoviano es interesante seguir la que se conoce como ruta de los murales.

Uno de los más llamativos, muestra una impresionante fachada que revela el momento zen de un pastor. Sin embargo, no es el único. El itinerario guía por la casa que soñabas de pequeño, unas enormes manos, los vecinos…

En la academia de pintura

Linacero no estudió Bellas Artes, sino que empezó dedicándose al mundo de la publicidad y fue redactor en una multinacional. Sin embargo, eso «dejó de interesarme», confesaba a Segoviaudaz.es. Así, probó con la pintura y en paralelo con la publicidad. Lo compaginó hasta que prefirió dedicarse por completo a la pintura.

Su formación como pintor figurativo ha pasado por gente como los chilenos afincados en España Alejandro Decinti y Oscar Villalón, la Escuela Superior de Dibujo Profesional (ESDIP), maestros internacionales como Alyssa Monks o Joongwoon Jeong, y talleres con artistas de la talla de Dino Valls o Eloy Morales.

El pueblo segoviano del poeta Jaime Gil de Biedma

También en este pueblo segoviano, en el corazón de Tierra de Pinares, encontró inspiración el poeta Jaime Gil de Biedma. Aquí descansas sus cenizas, y su influencia se aprecia en algunos de sus poemas.

Entre otros, esos parajes tan bellos del entorno natural descritos en sus textos, que son «..olores a leña de pino verde y de viña vieja» nos transportarán al Otoño de 1956.

La ruta de Gil de Biedma por Nava de la Asunción

Img/Google Maps. Ruta Jaime Gil de Biedma

La ruta comienza en la Estación de Encuentro Jaime Gil de Biedma y la Nava (1). Desde allí, los pasos llevan hacia la calle Camino de Santiago, donde está la Plaza de Gil de Biedma (2), dedicada a la memoria del poeta.

Continuamos hacia la Cruz de Piedra (3), para después coger el Camino del Torrejon (4), y salir del municipio. «..Tomamos por el camino del jinete y luego a la izquierda, por el del Torrejon» «..suda el caballo, pega el sol«.

Entre tierras de cultivo vamos avanzando en nuestro camino «…las tierras no verdean, a pesar de las últimas lluvias«, las perdices, cada vez más escasas, son testigos de nuestro paso.

Vamos subiendo las cotarras donde podemos disfrutar de estas maravillosas vistas que nos ofrece esta maravillosa tierra de pinares, donde el pino resinero «pinus pinaster»  y el pino piñonero «pinus pinea» siguen siendo los protagonistas más antiguos de esta magnífica obra.

Al llegar al Camino de Santiuste (5), giramos a la izquierda como nos lo indica la baliza, «…la viña virgen está empezando a enrojecer«, continuamos hasta la siguiente baliza para girar a la derecha y adentrarnos en el pinar, «..los pinos aún huelen denso«. Carbonero, pinzones salvajes y herrerillos nos acompañan en nuestro paso «…y más allá del mar de pinares«, uno de los lugares más emblemáticos de nuestro entorno natural, Mesalta (6).

Disfrutando de estas vistas únicas continuamos el camino, entrando en el Pinar de las Ordas o «Pinar de las Sordas«. «..Cada camino en los alrededores de la Nava está vinculado a una cierta época en la que fue favorito. Camino de los Comunes, de las Cuestas, de los Alisos, de Bernardos, de Santiuste y este de las Sordas«.

Volvemos a coger el Torrejon a mano derecha para llegar de nuevo al Camino de Santiuste y girar a la izquierda. Pinos piñoneros centenarios decoran este bonito paisaje, a un lado el pinar y al otro viñas y tierras de cultivo, dos de los ecosistemas más importantes que forman nuestro entorno.

LLegamos al cruce de caminos donde podemos emprender el camino de vuelta por dos sitios, girar a la derecha y volver por el Sendero del Pino (7) hasta llegar de nuevo al Camino de Torrejon, o continuar de frente para coger el Cordel de las Merinas (8) que entra al pueblo por la Calle Murillo.

En la última parte del recorrido ya por el municipio podemos ver el Caño del Obispo (9) mandado construir en 1683 por el Obispo Fray Sebastián, y un poco más adelante nos encontramos con la Casa del Caño (10), hogar del poeta «..como refugio en la tranquilidad del pueblo y el ambiente saludable de sus pinares«.

Por último, podemos disfrutar de la Ermita del Sto. Cristo (11), construida en diferentes fases en los siglos XVII y XVIII.

Por la Carretera de Migueláñez llegamos de nuevo a la Estación de Encuentro de Jaime Gil de Biedma y la Nava.