La iglesia de Santo Domingo de Pedraza la exposición ‘Tres cuerpos. El cuerpo sagrado, el cuerpo afectivo y el cuerpo sensual’ de las artistas Susana Guerrero, Norma Gil y Sandra Zajac. La muestra se podrá visitar hasta el 20 de octubre en el siguiente horario: los viernes de 17:00 a 20:00 horas, los sábados de 11:00 a 14:00 horas y de 16:30 a 20:00 horas, y los domingos de 11:00 a 14:30 horas.
Según la Fundación Villa de Pedraza, la organizadora de la exposición, la propuesta transforma «esta iglesia cargada de historia que entrelaza lo espiritual y lo ritual», en un espacio «donde el cuerpo es reinterpretado como símbolo de las múltiples capas de la existencia».
Susana Guerrero. El cuerpo como territorio sagrado
La obra de Guerrero se caracteriza por su enfoque de la mitología y la estética femeninas. Utiliza la narrativa y el simbolismo para crear un diálogo entre el pasado y el presente, explorando en profundidad los temas relacionados con la mitología, lo sagrado y lo ritual. Por tanto, los conceptos de sacrificio, purificación y transformación estarán presentes, abordando las prácticas simbólicas y rituales asociadas al cuerpo como un puente entre lo divino y lo humano.
La estética de sus piezas juega con la idea de lo sagrado a través de formas simbólicas o arquetípicas, inspiradas en la iconografía religiosa, los mitos antiguos y los símbolos alquímicos, entre otros. Por otro lado, los materiales que emplea no son ajenos a lo simbólico: huesos, uñas, tejidos naturales y cerámica por nombrar sólo algunos. Estos componentes le sirven para explicar «cómo el cuerpo humano se convierte en un canal de comunicación con lo divino o lo místico».
Norma Gil. El cuerpo afectivo como memoria y conexión
Norma Gil tiene «un especial talento para mostrar la intimidad, la sutilidad y el dolor en las experiencias vividas durante períodos frágiles, enfrentándonos a la vulnerabilidad del individuo». Se expresa a través de metáforas con la piel como vehículo para mostrar la forma en que el afecto, el dolor y la pasión dejan huellas en nosotros.
Maestra en el uso de técnicas mixtas, superpone texturas naturales como la seda y el algodón tintados, con colores naturales que extrae de plantas que recolecta en la naturaleza. El carácter instalativo de sus piezas permite la interacción con las mismas y nos invita a tocar y sentir, creando una conexión directa con las emociones.
Sandra Zajac. El cuerpo sensual y, a la vez, oscuro
La artista norteamericana Sandra Zajac lleva en su esencia la disciplina performática que traslada a sus piezas. A través de su trabajo, Zajac investiga la sensualidad y la sexualidad explícita, explorando la escala de grises que existen entre un término y otro.
Jugando con la estética crea escenas, en ocasiones oscuras y perversas, exhibiéndose como si no supiera que hay alguien mirando. La sensación es la de que el tiempo se ha detenido en ella, en una situación, en una vivencia, en un estado del que no puede escapar.
La artista escenifica sus composiciones como si fuese una cineasta, con un estilo que más bien pareciera un fotograma, invitándonos a reflexionar a través del cuerpo de la protagonista sobre sus deseos (nuestros propios deseos), de la implicación sexual de sus poses y de sus actitudes (casi como si fueran nuestras).
En su trabajo destaca la sensibilidad femenina y las sutiles contradicciones de las dinámicas de la identidad. Además, sus obras reflejan la profunda carga emocional con las que aborda temas universales, propios de la condición humana.