‘Pelos de punta’ para comenzar con el concierto de clausura del XV Curso Ágora de Canto Coral, Técnica Vocal y Dirección Coral, que se celebró en un marco incomparable, la iglesia de San Juan de los Caballeros. El curso que se celebró en Segovia desde el 23 al 30 de agosto cerraba un año más sus puertas con una gran actuación que consiguió entusiasmar al público. La voz del tenor Manuel de los Reyes en primer lugar, y la de la contralto Tanit Bono Tell, en segundo lugar, fueron las encargadas de abrir un recital “que recoge todo el trabajo de esta semana y que recorrerá todos los talleres, desde los solistas, hasta los diferentes niveles de dirección”, como señaló a esta redacción minutos antes del comienzo Maria Luisa Martín, directora del curso.
En total, alrededor de 120 alumnos, más los coros piloto de la Escolanía de Segovia y el Coro Ágora actuaron bajo la atenta mirada de la Fundación Don Juan de Borbón, patrocinadora del curso, para la que este curso»representa uno de los momentos más importantes en la parte educativa de la Fundación», como señalaba Teresa Tardío, directora de la institución.
Ambas actuaciones de canto solista prepararon el ambiente para recibir a un total de 16 voces del Taller Masculino, que se encargarían de poner una puesta en escena que sorprendío por su simpática coreografía a los asistentes, a la vez que deleitó por el encanto de sus voces entonando “No Man is an island”. El Taller Femenino, por su parte subió a escena a 44 delicadas voces que se tornaban fuertes como frías piedras, las de San Juan de los Caballeros, y que mostraron ante un aforo completo el buen trabajo de su canto a través de un “Pater Noster” y “Sakura”, una sorprendente puesta en escena en la que las participantes se dejaron llevar por los delicados movimientos de una geisha.
Por su parte, los siguientes niveles de Dirección, II y III, reunieron sobre las tablas un repertorio que no podía sino hacer romper, efusivos, los aplausos del público. Voces masculinas y femeninas entrelazadas transmitiendo emoción, con el “Ave Maris Stella” de Otto Olsson; o la maravilla de contrastes entre voces y silencios del “Gloria Patri”, dieron la bienvenida a otra de las actuaciones más esperadas de la noche. La de la Escolanía de Segovia, de la Fundación Don Juan de Borbón.
Ritmo de percusión y escobas, sí escobas, para recibir a los más pequeños quienes consiguieron arrancar efusivos gritos, pitos y el entusiasmo del público con actuaciones dirigidas por diferentes directores y directoras, y que entre otros regalos, ofrecieron una interpretación de El Quijote llamada “Mantxakun” o un Gospel tradicional repleto de ritmo con “Let my fly”. Ritmos cubanos finalizaron una actuación en la que no faltaron sorpresas, ritmo y como no, buena voz.
Para finalizar, al piano de Francisco Hernández, el coro común reunió en el escenario a todos los participantes para poner un broche final con el merecido homenaje a Tomás Luis de Victoria a través de su «Ave María».
Taller femenino. «Sakura»/ R.Blanco