El Torneo Villa de El Espinar. Open Castilla y León y Unicef han firmado en Valladolid un convenio de colaboración que ligara a ambas entidades durante los próximos cinco años en actividades de “sensibilización, comunicación y recaudación” vinculadas al proyecto ‘Escuelas para África’, que comenzarán el 1 de agosto, en plena XXVI edición de la prueba deportiva, con un partido benéfico entre los jugadores retirados Álex Corretja y Félix Mantilla.
El acuerdo contempla la celebración de diversos actos durante todo el año, y no sólo en los días del torneo, cuyos beneficios se destinarán a la citada iniciativa de Unicef y la Fundación Nelson Mandela, que tiene por objeto financiar la construcción de escuelas sólidas y seguras, la provisión de servicios básicos y la formación del profesorado. Bajo el paraguas de este proyecto se han construido hasta la fecha 900 escuelas repartidas por toda África.
Como anfitriona de la firma, que se celebró en la sala Fray Pío del Monasterio de Nuestra Señora de Prado, la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, expresó su deseo de que la colaboración entre el Torneo de El Espinar y la entidad dependiente de la ONU sea “fructífera y duradera en el tiempo” y constató que “el deporte es un vehículo de educación en solidaridad” con “capacidad para unir a las personas”.
La consejera también recordó que la Junta patrocina esta prueba deportiva, “el mejor torneo ‘Challenger’ del mundo, según la ATP”, desde 1989 y que su apoyo, concretado en 201.000 euros para esta edición, “quizá sea más necesario que nunca”, debido a la crisis. García reiteró la “apuesta clara” de la Junta por la prueba, de “relevancia deportiva, turística, social y cultural para Castilla y León” y con probados “beneficios deportivos, culturales y de generación de riqueza”.
Para terminar, la titular de Cultura y Turismo señaló que el “deporte” es “una herramienta para la inclusión social y la educación en valores” y que “los valores del deporte son un ejemplo en todos los ámbitos de la vida”. Por todo ello, consideró la firma del acuerdo entre El Espinar y Unicef como una iniciativa “magnífica”.
Por su parte, el vicepresidente del Comité Unicef Castilla y León, José María Lara Sanz, agradeció a “la gente que hace posible” el torneo, “una de las citas más importantes en pista rápida del mundo”, y alabó sus “actitudes” para con la entidad internacional de ayuda a la infancia. Juntos, Unicef y el Open Castilla y León, conseguirán, según deseó Lara Sanz, que “los campos de minas y de batalla se transformen en canchas de tenis y los fusiles, en raquetas y pelotas”.
El presidente honorífico del torneo, Pedro Muñoz Asenjo, aventuró que “va a haber un antes y un después” de este “día tan importante”, que hará “más justificado El Espinar” con un “proyecto excepcional” de ayuda a la infancia.
Ilusión a raudales
La directora del Open, la tenista Virginia Ruano Pascual, reconoció que encara con “mucha ilusión” este quinquenio de colaboración con Unicef, al que espera aportar “ideas”. Ruano también explicó que durante la XXVI edición del torneo, que se celebrará del 30 de julio al 7 de agosto, además del citado partido benéfico entre Corretja y Mantilla, Unicef también organizará de lunes a viernes “talleres para niños”, una conferencia dentro de la serie ‘Tenis más que tenis’ y la presentación del libro ‘Guía del deporte para el desarrollo”.
Durante el resto del año, el Torneo de El Espinar colaborará con la entidad con un taller de tenis, dentro del programa de Unicef ‘Enrédate’, que se extiende por toda la Comunidad, así como con un concurso de pintura para la elaboración del cartel oficial de la edición de 2012.
Para terminar, uno de los patronos del Comité Español de Unicef, Ángel Escudero de Paz, reivindicó “el deporte” como “parte de la educación y el desarrollo del niño”, debido a su “poder” y su “potencial”. Escudero, quien ha visitado en persona varias de la escuelas construidas dentro del proyecto ‘Escuelas para África’, explicó que se dota a cada una de ellas de “mobiliario y material escolar, letrinas divididas por sexos, un pozo de agua potable y una huerta” y que, además, se impulsa “la formación de los profesores, que hasta ahora tenía un nivel muy bajo”.