Una imagen de la entrega de premios.

Un año, el curso de Pintores Pensionados llega a su fin, lo hace con la entrega de premios. En el recuerdo de todos, los artistas que han inmortalizado la ciudad. También lo hace el concurso. Este sábado, el vicedirector de la Real Academia de San Quirce, Juan Luis García Hourcade, hizo entrega de los premios en el contexto del curso de pintores pensionados en esta nueva edición que se ha celebrado estos últimos días.

Los alumnos del Curso de Pintores no pudieron asistir a esta entrega de premios porque están visitando una colección privada de pintura contemporánea en Segovia. Hourcade también agradeció a los patrocinadores su colaboración (Ambientair, del primer premio; y Librería Cervantes, del segundo); y a Mariano Carabias, pintor segoviano, por ceder la imagen de su obra «La Mujer Muerta», como motivo del cartel anunciador del premio.
Poco después, el secretario leyó el fallo del pasado jueves 14 de agosto y se hizo efectiva la entrega del segundo premio (diploma acreditativo y 300 euros), por parte de Guillermo Herrero (Librería Cervantes) a Andrea Revilla Fleury (Segovia), por su texto «El último paisaje», que lee unos fragmentos y comenta brevemente su obra. Después, en ausencia de Andrés Ortega (de la empresa segoviana Ambientair), D. Juan Luis García Hourcade (vicedirector de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce) entrega el primer premio (diploma acreditativo y 500 euros) a Susana Álvarez Antolín (Madrid), por su texto «El campo en las pupilas», que también  explica brevemente su creación y lee unos fragmentos.
Violeta Gil, como portavoz del Jurado y flamante premio de la Crítica en Castilla y León por su novela Llego con tres heridas, comentó la valoración de cada una de las obras, destacando la historia humana que entrañan y la estructura paralela y simultánea de la evocación del paisaje a los sentimientos y vivencias de los personajes; y resaltando sobre todo lo que no dicen los textos, pero dan a entender desde la expresión literaria.
Juancho del Barrio anuncia la publicación de los textos premiados en la página del Curso de Pintores (cursodepintoresdesegovia.es) y en algún periódico segoviano. Y después recita el poema machadiano «En tren. Flor de verbasco» (de Nuevas Canciones), invitando a los asistentes a escucharlo desde el amor a la naturaleza y desde el intento vanguardista de multiplicar su voz poética en distintas realidades (sierra, doctores, pacientes del hospital, animales, plantas y rocas de la Sierra de Guadarrama…).
Si Machado había escrito sobre el paisaje desde su intención regeneracionista en los poemas de Campos de Castilla (1912), ahora lo hace desde la convicción de que los poetas jóvenes que lo visitaron en Segovia en 1923, deben conocer la naturaleza para ser poetas, y desde la intención de que vivan, en su viaje de regreso a Madrid, lo que él conoce y disfruta de la Sierra.
El acto acabó con un aplauso y el deseo de que la Naturaleza es un ser esencial de nuestras vidas, que hay que seguir cuidando y amando. Se recuerda a los asistentes que no dejen de visitar la exposición de los Pintores Pensionados en La Alhóndiga, que todavía este fin de semana está disponible, pues el objetivo es el mismo que el del premio literario: amar la naturaleza y cuidarla.