El obispo de Segovia, César Franco, ofreció hoy, a través de Cáritas Diocesana, el uso de casas parroquiales habilitadas para la acogida de refugiados que huyen de la guerra de Ucrania, así como algunas plazas de residencia en la actual sede de la organización, en el antiguo convento de las Juaninas, en Segovia capital.
Además, César Franco ha propuesto una colecta extraordinaria para “paliar la situación dramática» que atraviesa de Ucrania. Un donativo extensible a todas las parroquias de la Diócesis, que tendrá lugar el próximo 10 de abril, Domingo de Ramos. La cantidad que los fieles tengan a bien aportar se sumará a la colecta que los sacerdotes realicen con motivo de la Misa Crismal, y todo ello irá destinado a sufragar las necesidades del pueblo ucraniano.
Estas acciones se suman a la celebración de la Eucaristía por la paz en Ucrania que presidió el obispo de Segovia el pasado domingo, en la Catedral, cuya colecta también fue destinada a Cáritas Ucrania a través de Cáritas Diocesana de Segovia.
Desde la Diócesis recordaron que cerca de dos millones de ciudadanos en Ucrania se han visto obligadas a abandonar su país, lo que se traduce en el mayor éxodo de refugiados en Europa desde la II Guerra Mundial. Además, los ciudadanos ucranianos que continúan en su país necesitan ayuda humanitaria de forma urgente.