Castilla y León presentó en el segundo trimestre del año la tasa de víctimas de violencia de género más baja de todo el país con 10,2 casos por cada 10.000 mujeres, frente a la media nacional de 16,6 casos, según los dos datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género correspondientes al segundo trimestre de este año, que reflejan un importante aumento de los principales indicadores de la violencia machista (número de denuncias y de víctimas) respecto al mismo periodo de 2020, el más afectado por la crisis sanitaria causada por el COVID-19.
Por comunidades autónomas, la tasa más alta fue la de Islas Baleares, con 25,7 víctimas por cada 10.000 mujeres. También por encima de la media se situaron Comunidad Valenciana (21,8), Murcia (21,6), Canarias (20,7), Andalucía (19,1) y Madrid (18,2). Los territorios con una ratio más baja que la media nacional fueron Cantabria (15,7), Castilla-La Mancha (15,1), Cataluña (13,6), Navarra (13,4), Asturias (12,4), País Vasco (12,3), Extremadura y La Rioja (12,1), Aragón (11,9), Galicia (11,7) y Castilla y León (10,2).
A nivel nacional, las denuncias presentadas entre abril y junio de 2021 aumentaron un 17,8 por ciento y el número de víctimas, un 20,4 por ciento. Las cifras se sitúan en niveles muy similares a los de 2019. Por lo que respecta a las órdenes de protección, durante el segundo trimestre de 2021 se solicitaron ante los juzgados de violencia sobre la mujer y ante los juzgados de guardia un total de 11.098 órdenes de protección, un 9,6 por ciento más que hace un año.
La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, señaló que las cifras del segundo trimestre del año demuestran que durante los meses más duros de la crisis sanitaria no hubo una disminución real de la violencia machista, sino que ésta permaneció oculta como consecuencia del confinamiento de los ciudadanos y de las dificultades añadidas a las que debían enfrentarse las víctimas para escapar del control de los maltratadores y denunciar ante el juzgado o en comisaría. Esta circunstancia explica los motivos del importante aumento que se ha producido tanto en el número de denuncias como de mujeres víctimas entre abril y junio de este año, meses durante los que las medidas impuestas como consecuencia de la crisis sanitaria ya se habían relajado y durante los que, además, se produjo el levantamiento del estado de alarma.
Por ello, Carmona pide que no se baje la guardia y recuerda que es fundamental seguir trabajando como hasta ahora con el objetivo último de erradicar esta lacra.