El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, confirmó hoy que pedirán al Gobierno de España ayudas «bien como zona catastrófica o a través de ayudas de Protección Civil” para las zonas afectadas por el incendio de Navalacruz, “el más importante en cuanto a extensión desde que la Junta tienen transferidas las competencias”.
Mañueco, que se desplazó hasta la zona para conocer de primera mano las labores que se están llevando a cabo contra las llamas, anunció asimismo que la Consejería de Agricultura y Ganadería ya está trabajando con las organizaciones agrarias para “actuar de forma inmediata con los ganaderos afectados” y en ese sentido “habrá reuniones en los próximos días”, dijo.
Además, a través de la Consejería de Medio Ambiente se trabaja para “la restauración del terreno, la protección de los acuíferos y la actuación frente a las enfermedades forestales que pudieran producirse”.
“Castilla y León y toda España tienen puesto su corazón en Ávila y en todas las personas que están trabajando en este incendio”, afirmó Fernández Mañueco, quien expresó su intención de colaborar también con todos los ayuntamientos de las localidades afectadas, con los que mantuvo un encuentro, por “si hay infraestructuras dañadas”.
El incendio originado en la N-502, entre los términos municipales de Cepeda de la Mora y Navalacruz, en la provincia de Ávila, el pasado sábado ya tiene un perímetro de superficie calcinada de 130 kilómetros y, si las condiciones climatológicas evolucionan según lo previsto, este martes puede quedar estabilizado. Así lo confirmó el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que acudió al Puesto de Mando Avanzado instalado en El Barraco (Ávila) para seguir la evolución del incendio que, según apuntó, en estos momento sigue teniendo “dos focos activos y que mucho por hacer”, aunque reconoció que “en el Centro de Mando se respira optimismo”.
“Estamos aquí para apagar el incendio, pero también para estar al lado de las personas que han sufrido este incendio y que han perdido viviendas, animales… estamos con ellos”, afirmó el presidente autonómico, quien ha recordado que ya este lunes por la tarde se levantaron los confinamientos y los vecinos de los pueblos que fueron evacuados ya fueron realojados.
Fernández Mañueco, que quiso poner en valor todo el operativo de extinción, “con más de 1.000 personas trabajando”, expresó su “agradecimiento” al presidente del Gobierno que “ha estado preocupado en todo momento”, a la UME, al Ministerio de Transición Ecológica y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como a “todas las comunidades autónomas, muchas de las cuales se han puesto a nuestra disposición”, con mención especial para Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia. También subrayó la labor de la Diputación de Ávila, de los ayuntamientos, “especialmente el de Ávila capital que ha sido la base logística”, las agrupaciones de voluntarios, Cruz Roja, Protección Civil y “las iniciativas ciudadanas para alimentar y dar descanso al operativo”.
Este incendio, según trasladó, “es un hecho fortuito en unas condiciones extremas, con unas temperaturas altísimas, vientos con velocidades de más de 50 kilómetros por hora y rachas cambiantes, y baja humedad”. “Unos fenómenos extraordinarios que han exigido un trabajo de las personas del operativo también extraordinario, con más de 1.000 personas, centenares de vehículos y 33 medios aéreos, siempre al lado de las poblaciones afectadas”, indicó, al tiempo que subrayó que “en principio, las poblaciones están aseguradas, que ha sido nuestro principal objetivo desde el primer momento”.