Piedras desprendidas, leña amontonada, vehículos abandonados, maleza, cuadras ganaderas… todo este reducto de acciones apartadas de la gestión que se realiza en el entorno de los Montes de Valsaín, uno de los más valorados ambientalmente, quedará olvidado con la rehabilitación de lo que fue el primer Palacio Real de los Reales Sitios. Y puede que sea también el último en reconstruirse, después de los ya consolidados: el de La Granja y el de Riofrío.
Hace décadas que las administraciones locales y regionales buscan dar el uso que se merece a este espacio y cuya situación actual resulta totalmente inapropiada para la historia que ha tenido. El Palacio de Valsaín nació tras ser pabellón de caza utilizado por la casa Trastámara, en tiempos de Enrique III y Enrique IV. Felipe II fue el principal impulsor de sus mejores estructuras y aquí nació su hija, la infanta Isabel Clara Eugenia, candidata al trono de Francia, pero que no pudo tomar posesión por la Ley Sálica, por lo que tuvo que conformarse con gobernar los Países Bajos.
Hoy no quedan de este edificio más que ruinas y algún pequeño testimonio de su sólida arquitectura. La mejor forma de hacerse una idea de lo que fue el complejo es acercarse al Centro Nacional de Educación Ambiental (Ceneam), para contemplar la maqueta en la que se reproduce lo que un día fue, algo nada parecido a lo que se nos muestra hoy. Nadie diría que tiene la calificación de Monumento Nacional desde 1931.
La original edificación palaciega se organizaba, como era tradicional en aquellos tiempos, alrededor de un gran patio y se flanqueaba por torres en las esquinas, con otras estructuras adicionales que complementaban a la principal. Se puede apreciar la influencia de las formas flamencas importadas tras los viajes que, por orden del monarca, realizó a Flandes, Francia e Inglaterra el arquitecto director.
Además de nacer aquí el 12 de agosto de 1566 la infanta Isabel Clara Eugenia, fruto del matrimonio de Felipe II con Isabel de Valois; también en 1570 se realizaron en el sitio de Valsaín los festejos de las nupcias de Felipe II con Ana de Austria que se llevaron a cabo en el cercano Alcázar de Segovia.
Los materiales empleados en este palacio fueron principalmente la madera de pino de Valsaín, pero también se trajo roble y álamo de Lozoya y Manzanares, yeso de Rascafría y Cuellar, piedras de Madrona, La Losa y Ciguiñuela (Valladolid), ladrillos de Riofrío y Toledo, azulejos de Talavera; el plomo vino de Inglaterra y los Países Bajos, y la pizarra de las canteras de Bernardos. Curiosamente este fue el primer edificio todo cubierto de pizarra. El gasto, de 1552 a 1559, ascendió a dos millones de maravedíes en su construcción.
Declive
El noble edificio se mantuvo en pie poco más de un siglo en el que la Naturaleza y la vida formaron un espléndido conjunto. Tras una de las visitas de Carlos II en 1686, el Palacio fue víctima de un gran incendio. Aún así en 1700 el Rey Carlos II y su esposa planeaban reconstruirlo, pero los días del último de los Austrias estaban contados y perdió su interés en el complejo.
El nuevo monarca Borbón, educado en Francia, estaba completamente influenciado por otras modas y lejos de intentar reconstruirlo, decidió levantar muy cerca de éste un nuevo Palacio, más de su refinado gusto, y para el nuevo utilizó todo lo que le fue posible llevar, dejando ruinoso y desolado lo que un día fue un gran Palacio.
Ahora se abren nuevas expectativas de ver hecho realidad un sueño de muchos granjeños y segovianos. La Junta de Castilla y León aprobaba esta pasada semana, en su Consejo de Gobierno, la declaración como Área de Renovación Urbana (ARU) el Palacio de Valsaín y su entorno. La inversión global prevista asciende a 3,5 millones de euros y supondrá la renovación y adecuación de la zona.
Este tipo de actuaciones están financiadas por el Gobierno, la Junta, los ayuntamientos y los particulares y se diferencia de los ARIs en que su finalidad no es rehabilitar sino renovar los espacios urbanos. Se trata de la primera vez que la Junta de Castilla y León va a declarar esta figura de Área de Renovación Urbana (ARU) cuya diferencia fundamental con respecto a las Áreas de Rehabilitación Integral (ARI) es que el objetivo no es rehabilitar sino renovar los espacios urbanos.
Objetivos
Con este nuevo Plan se pretende demoler 22 viviendas y realojar a sus habitantes en otras 22 viviendas protegidas a construir en la localidad para recuperar el valor monumental del conjunto. La demolición, la edificación de esta veintena de nuevas viviendas protegidas y la correspondiente urbanización es el objeto de financiación del ARU.
Por otra parte, en el mismo entorno del ámbito del Plan Especial de Protección y Mejora del Palacio de Valsaín serán rehabilitadas otras 19 viviendas más, aunque el ARU no financia esta actuación.
Las intervenciones se centran, además, en completar redes de servicios, en la mejora de la pavimentación y de los accesos rodados y en el acondicionamiento de espacios libres. Se pretende rehabilitar el área del Palacio para usos turísticos y de equipamiento, acondicionando del entorno del Palacio y creando una nueva plaza como mirador. Además se reorganizará la trama viaria para minimizar el tránsito motorizado por las plazas y se recuperará la explanada como zona de esparcimiento público. También esta previsto realizar obras de urbanización de la Nueva Plaza del Mercado, mejorar la pavimentación y aceras de la carretera de Robledo y la reforma de la pavimentación de la Plaza Mayor de Valsaín.
La inversión de esta actuación asciende a un total de 3.564.620 euros financiados entre el Gobierno de España, el Ayuntamiento de San Ildefonso, los particulares y la Junta de Castilla y León.
El alcalde de La Granja y Valsaín, José Luis Vázquez, lleva años intentado que se recuperara esta zona, que alguna vez ha denominado «la última vergüenza» que la desidia histórica del Estado español posee en San Ildefonso, una vez rehabilitados los inmuebles de la Casa de Infantes y de Guardia de Corps, sedes del Parador de Turismo y que este año, con motivo de la Presidencia española de turno de la UE, ha traído a dignatarios de todo el Continente a este Real Sitio.
El Ayuntamiento de San Ildefonso ha implicado en esta recuperación a todas las administraciones y ha intentado también lograr el apoyo de los vecinos. El principal propietario de los terrenos donde se asienta el Palacio Real de Valsaín es el Estado y eso siempre ha hecho complicado y lento el proceso. Pero el Estado ya renunció a participar en los beneficios como dueño principal de los terrenos, y el Gobierno regional ha mostrado su sensibilidad en sacar adelante el proyecto, según reconoce el propio alcalde con la aprobación reciente del plan.
Así ahora se pretende que lo que fue un gran palacio, lugar de reposo para monarcas, vuelva a ser espacio para disfrute y descanso. Así en el futuro hotel podrán alojarse, no sólo reyes, sino también españoles y extranjeros de a pie. El entorno natural, los Montes de Valsaín y toda una Sierra que espera ser declarada Parque Nacional, aguardan a sus moradores.