La Consejería de Sanidad llama a la prudencia a la hora de recolectar y consumir setas ante el aumento de intoxicaciones en la presente campaña, e insta a la población a asegurarse de que conoce los ejemplares y que recolecta sólo aquellos en los que puede confiar. En plena temporada micológica, desde la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria se pide extremar la precaución y, ante cualquier alteración digestiva, acudir a un centro sanitario.

El director de la Agencia, Jorge Llorente, recuerda que en el portal de Sanidad de la Junta (www.salud.jcyl.es) la población puede encontrar una serie de consejos básicos para evitar cualquier riesgo en un folleto que la Consejería de Sanidad viene publicando en los últimos años para evitar estos cuadros. “Nos preocupa mucho la recolección doméstica y concienciar a esta parte de la población para evitar cualquier problema”, teniendo en cuenta que el “99 por ciento de las intoxicaciones que se producen se registran en el ámbito privado”, dijo, para recordar que, además, en el portal de salud se puede encontrar este año un vídeo donde se refuerza el mensaje.

“Estamos en temporada alta, la red de alerta está funcionando y los sistemas de control son permanentes, pero no podemos bajar la guardia. Si la gente no se conciencia, mal vamos. Hay que concienciar a la población, porque hay setas, por ejemplo, la amanita faloide, de la que basta consumir 50 gramos para que el hígado quede destrozado”.

Aunque en Castilla y León en los últimos diez años sólo 180 personas han tenido que ser hospitalizadas por intoxicaciones por setas con diversos cuadros y sólo falleció una persona, en 2006, es cierto que en lo que va de temporada aumentaron los casos sobre 2009.

En parte, la estadística se disparó por el caso de los siete trabajadores tailandeses que recolectaron y comieron amanitas faloides en una explotación agraria en Olmillos (Soria). Además, a este caso, en el conjunto de España, se unen los de Molina de Aragón, Bilbao, Galicia y Ciudad Real, que acabaron con dos muertos en las dos últimas provincias, y donde hubo un denominador común: la ingesta por parte de un grupo o una familia de ejemplares recogidos por ellos mismos en el campo.

“Al final, en Castilla y León pueden existir hasta 3.000 tipos de hongos”, recordó Llorente, para precisar que es muy complicado conocerlos todos. De éstos, el Real Decreto que regula la comercialización autoriza la venta de 58 setas comestibles silvestres; 34 comestibles cultivadas, y dos comestibles con tratamiento. Además, fija 88 como no comercializables y tóxicas. Como mortales establece cinco.

 

Consejos

Por estos motivos, además de acudir al centro sanitario más próximo y llevar algún ejemplar del hongo consumido en el caso de sufrir alteraciones digestivas o nerviosas después de comer setas; el folleto indica que, a la hora de la recogida, hay que asegurarse de conocer bien las setas y recolectar sólo las que se conozcan. También, se recomienda evitar consumir setas recogidas por otras personas, salvo que se tenga absoluta seguridad de que son expertos, y se pide recolectar sólo la cantidad que se vaya a consumir, puesto que las setas son alimentos perecederos y no pueden conservarse mucho tiempo en el frigorífico.

Tampoco conviene tomar setas que se encuentren en los bordes de las carreteras, ya que acumulan productos tóxicos, y desde Sanidad se pide rechazar los dichos populares, tales como que las setas venenosas ennegrecen la plata si se introduce este metal durante la cocción; que todas las blancas son comestibles y las azules, no; que ninguna seta con anillo es venenosa; que las que cambian de color en zonas de rozaduras o cortes son tóxicas; que las venenosas huelen mal, etc.

 

Controles oficiales

Desde la Agencia se realizan diversos controles e investigaciones con el fin de evitar cualquier riesgo. Así, al menos una vez al año, se inspeccionan las empresas en diversas áreas, hasta un total de 164 puntos de control, desde formación de personal, hasta control de plagas, proveedores, loteado, etiquetado o trazabilidad. En estos momentos existen 79 industrias de envasado, distribución y almacenamiento, de las que el 70 por ciento se ubican en las provincias de Zamora, Soria, León y Palencia.

En lo que va de 2010, desde la Agencia de Protección de la Salud y la Seguridad Alimentaria se han levantado 14 actas, la mayoría por “incumplimientos anecdóticos”. El único caso “grave” fue el detectado en Zamora, donde una industria distribuyó en Alcásser (Valencia) ejemplares que provocaron la intoxicación de 19 personas, con síntomas leves. Llorente precisó que ha sido la primera vez que Castilla y León ha entrada en la Red de Alerta Nacional por estos motivos.

De hecho, mantuvo que se hace “un gran esfuerzo” en la formación de los inspectores (170 farmacéuticos y veterinarios), a los que se han dado ya cinco cursos para ampliar sus conocimientos y mejorar la inspección en las industrias. También, toman muestras y se inician investigaciones para garantizar la seguridad alimentaria. Recientemente, se ha realizado un estudio sobre la presencia de materiales pesados en setas silvestres, con ningún resultado positivo.

 

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