La Guardia Civil de Segovia, dentro del marco de la ‘Operación Riaza’, detuvo a dos hombres como presuntos autores de al menos 31 delitos de robo con fuerza en las cosas en segundas residencias, realizados en diferentes localidades del noreste de la provincia. La operación comenzó en agosto de 2020, cuando se denunciaron varios robos con fuerza en el interior de viviendas de varias localidades segovianas con el mismo modus operandi. Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sepúlveda (Segovia), informa Ical.
En todos los casos se trataba de robos con fuerza en segundas residencias, que se encontraban además próximas, viviendas que eran más susceptibles a la actuación de los delincuentes, dado que no están habitadas durante largos periodos de tiempo, ubicadas en calles oscuras, por lo que resultaba más difícil de detectar la presencia de gente ajena a las mismas.
Los detenidos comprobaban la ausencia de los habitantes y entraban tras forzar puertas o ventanas de las zonas menos visibles exteriormente. Sustraían todo tipo de efectos, como aparatos electrónicos, ropa, comida, bebida, bicicletas, objetos de ornamentación o herramientas, que después eran vendidos, según las investigaciones.
Los detenidos se desplazaban en vehículo por caminos o carreteras secundarias poco transitados, ya que eran buenos conocedores de las zonas donde cometían los hechos y podían cometer los robos con cierto grado de tranquilidad, ya que según las inspecciones oculares, pasaban bastante tiempo revolviendo las viviendas buscando los objetos de mayor valor, incluso hacían descansos en los que llegaron a consumir comida y bebidas.
Acumulaban los objetos para transportarlos posteriormente en su vehículo a una la localidad segoviana donde los guardaban en el interior de un trastero que tenía la vivienda de uno de los investigados, hasta que conseguían darlos salida.
En base a los indicios recogidos en las inspecciones oculares realizadas por el Laboratorio de Criminalística de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Segovia, la laboriosa investigación y las múltiples gestiones realizadas por el Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la UOPJ de la Comandancia de Segovia, se pudo identificar y vincular a las personas detenidas con los delitos que se estaban investigando.
Tras la autorización de la autoridad judicial, se realizaron registros en los domicilios de los detenidos y en un local que uno de los detenidos poseía en una localidad de Ciudad Real, donde se consiguió recuperar un gran número de efectos y enseres, entre los que se encuentran aparatos electrónicos, herramientas, prendas de abrigo, relojes de pared antiguos, armas de aire comprimido, armas de ornamentación, material deportivo, joyas y otros efectos valorados en alrededor de unos 20.000 euros.