La Delegación Territorial en Castilla y León de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que entre octubre y diciembre de 2010, las precipitaciones en la Comunidad registrarán una “ligera” tendencia inferior a los valores normales para esos meses. Asimismo, las temperaturas presentarán valores “normales” durante el último trimestre del ejercicio en la mayor parte de Castilla y León, aunque en el extremo sur de la región podrían ser ligeramente superiores. La previsión estacional se basa en el modelo del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF) y se renueva con periodicidad mensual, teniendo como referencia las mediciones obtenidas en las tres últimas décadas, entre 191 y 2000
El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla y León, José Pablo Ortiz de Galisteo, ha informado de las característica más importante del verano, con “un número de días con temperaturas no extremadamente elevadas, pero elevadas durante un gran número de días y una situación de estabilidad que también hizo que las precipitaciones fueran más escasas, situando el periodo estival de 2010 como el séptimo más cálido desde 1971”.
“Las temperaturas en término medio para toda la Comunidad y todo el periodo estival (junio, julio y agosto), se han situado 1,3 grados por encima de los valores normales, respecto al periodo de referencia que en este caso son 30 años, de 1971 a 2000”. “Sin embargo, en los últimos diez años ha habido cuatro veranos más cálidos correspondientes a 2003, 2005, 2006 y 2009”, añadió Ortiz de Galisteo.
La anomalía térmica se situó entre 1 y 2 ºC en prácticamente toda la Comunidad, superando en las zonas del sur los 2 ºC como el Valle del Tiétar, mientras que en el tercio norte fue inferior a 1 ºC. Cabe destacar que las elevadas temperaturas medias del trimestre veraniego se produjeron no tanto por la ocurrencia de grandes olas de calor, sino por la gran persistencia, a lo largo de los meses de julio y agosto, de las condiciones de tiempo estable y caluroso.
Ortiz de Galisteo concretó que julio fue “el cuarto más cálido desde el año 1971” en toda la Comunidad, con unas temperaturas en torno a 1 y 2 grados centígrados por encima de los valores medios, si bien en ningún caso se superaron los datos de 2003, que fue el verano más cálido de los últimos 30 años.
El mes de julio registró en general temperaturas algo más cálidas de las normales en el sur y en el oeste. Por el contrario en algunas zonas del este las temperaturas fueron ligeramente inferiores a lo normal. Tanto el mes de julio como el de agosto, superaron, en promedio, en 2,2 ºC el valor medio de las últimas tres décadas.
La estación en la que se registraron los valores más altos de temperatura corresponde a la ubicada en Sotillo de la Adrada, con valores que superaron los 38 ºC entre los días 26 y 31 de julio, llegándose a alcanzar los 40 ºC el día 30, mientras que las mínimas no bajaron de los 21 ºC.
Asimismo, también hay que resaltar el descenso de temperaturas en los periodos de entre el 17 y el 21 de junio, ya que el día 16 en Burgos la temperatura máxima fue de 10,5 ºC y el día 17 en León la temperatura mínima fue de 2,2 ºC. En Segovia el valor mínimo fue de 3,2 ºC. Entre los días 13 y 16 de agosto, el día 13 en Burgos se registró un valor máximo de 19,4 ºC.
Precipitaciones, descargas eléctricas y avisos emitidos
Las precipitaciones del trimestre estival se situaron en conjunto en valores normales para esta estación, debido sobre todo a las precipitaciones registradas en el mes de junio. El mes más húmedo del verano fue junio, mes en el que la precipitación promedia sobre el conjunto de Castilla y León superó en más del 50 por ciento su valor normal.
El episodio más importante de precipitaciones fue el registrado entre el 8 y el 18 de junio, en la cordillera cantábrica y el norte de Burgos, donde se superaron los 150 mm. El resto de las precipitaciones han sido en general en forma de chubasco y muchas veces con tormenta, de las que se destaca las registradas los días 8 de julio (en el norte de León y Palencia), el día 22 de julio (en la provincia de Soria) y el día 16 de agosto (en Ávila y Salamanca).
En cuanto a las descargas eléctricas desde junio hasta agosto, refleja la menor actividad convectiva respecto a años anteriores con 29.535 descargas observadas se encuentran por debajo del valor medio (54.962) registradas entre los años 2001-2005 y las 3,275 caídas este mes de agosto, muy lejos de las 42.000 de agosto de 2003, un mes muy caluroso y tormentoso.
Respecto al número de avisos emitidos, en los últimos años ha habido una disminución de aproximadamente un 30 por ciento, “siendo lo más notable del verano 2010, que el 58 por ciento de los avisos han estado relacionados con las temperaturas máximas y las olas de calor”, informó Ortiz de Galisteo.
El presente año hidrológico se caracteriza por unas precipitaciones en conjunto claramente superiores a sus valores medios normales. A fecha 14 de septiembre el valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el inicio del año el pasado 1 de octubre, supera en un 20 por ciento al valor medio correspondiente a este período. La mayor parte de este superávit se acumuló entre los meses de diciembre y marzo. La cantidad de precipitaciones acumuladas durante este período son superiores a los valores normales en la mayor parte de la Comunidad, superando el 150 por ciento en áreas de la provincia de Zamora, y el 125 por ciento en amplias zonas del oeste, Sistema Ibérico de Soria y Burgos, debido sobre todo a las abundantes lluvias que se registraron en estas zonas en los meses de diciembre, enero y febrero.
Por el contrario en la zona de Riaño, Picos de Europa (León), Valle de Mena (Burgos), Sistema Central de Segovia y Soria, y meseta de Ávila, las cantidades acumuladas en el período mencionado no llegan a los valores normales, quedando incluso por debajo del 75 por ciento.