Con la llegada del verano y, tras el estrés que supone la rutina escolar, es necesario que nuestros hijos descansen. Aún así, también es importante que no pierdan buenos hábitos adquiridos durante el curso, como la lectura.
El hecho de que los niños lean desde una temprana edad, supone una gran mejora en su ritmo de aprendizaje y desarrollo lingüístico. Además, fomenta su creatividad e interés por aprender.
La lectura es un hábito muy sano que además de entretenido, es necesario, pero a veces puede resultar costoso para los niños. Por ello, te proponemos seis claves para que tus hijos lean en verano.
Respeta su ritmo
Comprar libros de mayor dificultad para tus hijos no acelerará su actividad lectora. Al contrario, lo más seguro es que terminen aborreciéndola. Es fundamental que los niños entiendan lo que leen, y que la lectura vaya acorde a su edad y ritmo. Según vayamos notando un proceso considerable en su lectura, podremos comprar libros más complicados. Pero hasta ese momento, siempre se debe respetar su ritmo de aprendizaje.
Que elijan ellos
Otro factor importante a tener en cuenta, es la temática o formato de la lectura de tus hijos. Muchas veces creemos que lo que leen «no es interesante o útil», pero, es preferible implementar un buen hábito de lectura y que disfruten con ello, que forzarlos a leer algo que no les gusta.
Déjales que elijan ellos los libros que van a comprar, o ve con ellos a la biblioteca o librería con frecuencia. Esto les motivará a leer los libros que ellos mismos eligen y, con ello, se creará un hábito lector de manera positiva.
Establece un horario
Si a tu hijo le cuesta reservar una parte del día para leer, es recomendable que establezcas con él un horario en el que se reserve una parte del día a la lectura. No importa si son diez, quince o treinta minutos. Según pasen los días, ese tiempo podrá ir aumentando, pero, es fundamental ir poco a poco. Lo más seguro es que si la lectura les gusta y «engancha», los tiempos de lectura los ampliarán ellos mismos.
Incentivar no es obligar
Aunque les pueda resultar costoso, no debemos obligar a nuestros hijos a que se sienten a leer una hora al día. Podemos motivarlos con recompensas. A cambio de un tiempo de lectura, una actividad que sea agradable para el niño (colorear, ir al parque, jugar…).
También, se le puede proponer leer el libro adaptado de la última película que ha visto, o incluso tratar de completar una colección o una saga de libros.
Sé un ejemplo a seguir
Algo que caracteriza a todos los niños es el aprendizaje vicario, aprendizaje por imitación y observación. Si tus hijos te ven leyendo, querrán imitarte y querrán leer ellos también. Si te gusta leer, lee delante de ellos. Esto facilitará considerablemente establecer un hábito lector en tu hijo.
Mi hijo no sabe leer
Se puede dar el caso de que tu hijo no haya llegado a la edad escolar y no sepa leer, y aún así quieras inculcarle el hábito de la lectura desde una temprana edad. No todo está perdido. Para lograrlo, es importante que leas cuentos sencillos en voz alta adaptados a su edad. Esto le hará estar en contacto con el mundo de la lectura desde muy pequeño, facilitándole en un futuro el aprendizaje de la lectura y el desarrollo de un hábito lector.