3. Un escondite en el centro, junto a la iglesia de San Nicolás.
Un rinconcito muy desconocido que se ubica tras la iglesia desacralizada de San Nicolás. Allí, unas escaleras que hay junto al templo, al principio de la Cuesta de San Bartolomé, nos dirigen a la unión de dos calles en la que conviven armónicamente arquitectura tradicional y la sombra de la vegetación colindante.