El tiempo pasa inexorablemente y el Refugio de Rapaces del Montejo de la Vega de la Serrezuela cumple ya los “cuarenta y todos” dejando tras de sí una de las historias de conservación más hermosas de nuestro país.

Al igual que muchos de los niños del “baby boom” y de la mano del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, el 13 de enero de 1975 nace el Refugio de Rapaces de Montejo.

Aunque es un par de meses antes cuando se firma el convenio entre ADENA (ahora WWF España) y la Hermandad de Labradores y Ganaderos local, renovado posteriormente con la Cámara Agraria y ya desde hace años con el Ayuntamiento de Montejo, fue el 13 de enero de 1975 cuando tuvo lugar el acto de inauguración del Refugio, con asistencia del entonces Príncipe de España D. Juan Carlos I (actual Rey Emérito), el Príncipe de Holanda (entonces Presidente del Fondo Mundial para la Vida Salvaje, WWF), el ministro de Información y Turismo y el subsecretario del Departamento, los Gobernadores Civiles y Presidentes de las Diputaciones de cinco provincias, el Director General y otros altos cargos de ICONA, gran parte de la Junta Rectora de ADENA, autoridades locales, el alcalde de Segovia, y un buen número de naturalistas y de personas relacionadas con la conservación de la fauna.

Simultáneamente se declara también el Refugio de Rapaces de Linares del Arroyo, gestionado por la Confederación Hidrográfica del Duero, colaborando especialmente, desde el personal de la presa, como D. Fortunato Mínguez, o el guarda Hilario Mañanes, hasta Francisco Martín Calleja (actual guarda). Ambos Refugios, junto al embalse de Linares y algunas zonas aledañas, forman desde 2004 el Parque Natural de las Hoces del Riaza, implicándose así, la Junta de Castilla  y León y aumentando su protección a través de sus Agentes Medioambientales.

Aquel 13 de enero, se inicia un proyecto que despierta un gran entusiasmo en el mundo naturalista, tratándose de uno de los primeros Espacios Naturales Protegidos de España, tras algunos Parques Nacionales y algunas reservas. El acierto visionario de Rodríguez de la Fuente lo convierte en uno de los primeros ejemplos de custodia del territorio, término aún por acuñar muchos años después.

Entre los entusiastas del proyecto, destaca la euforia y compromiso que adquiere un joven naturalista, de tan solo 17 años, llamado Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo que le entregó literalmente su vida, hasta su fallecimiento el 20 de septiembre de 2022.

Matemático de profesión, el Dr. Fidel José dedicó su vida a estudiar la evolución de la naturaleza del Refugio y sus alrededores, divulgando y defendiendo sus valores naturales. Realizó censos de la reproducción de multitud de especies como el buitre leonado, que cuenta en las Hoces del Riaza con cerca de 600 parejas, pero también de alimoches, cuervos, cigüeñas, halcones…. Un trabajo inmenso que dejó plasmado en cantidad de informes, reseñas, notas de prensa, Circulares del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza (asociación que presidió hasta su fallecimiento), pero sobre todo sus impresionantes “HOJAS INFORMATIVAS”, con un total de 57 tomos y 12.543 páginas.

Por su compromiso y el inmenso trabajo altruista realizado en el Refugio, así como su amplio conocimiento de biología, a pesar de no estar licenciado en la materia, Fidel José es considerado uno de los grandes naturalistas, de aquella generación que impulsó Félix Rodríguez de la Fuente, con reconocimiento nacional e internacional.

Los caprichos del destino han hecho que, tras su fallecimiento, en menos de un año y medio, se hayan unido a él para tan largo viaje otros grandes expertos en grandes rapaces, como su amigo Michel Terrasse, el Dr. Peter J. Mundy y el pasado día 23 de diciembre Jesús “Suso” Garzón Heydt, quién fuera impulsor de la protección de otro gran Espacio Natural como es Monfragüe (gran bastión del buitre negro), defensor de las cañadas, cordeles y veredas o el pastoreo tradicional, tan en decadencia y tan importante para la conservación de nuestro equilibrio natural.

Todos ellos han dejado un gran vacío en la protección de las grandes aves. Pero su impulso ha de servir de inspiración y, en este 49 aniversario de la inauguración del Refugio, debemos celebrar que la implicación que demostró el Dr. Fidel José ha servido para que ya esté en marcha la continuación de parte de su trabajo, a través de los llamados “Naturalistas Montejanos” del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza. En coordinación con WWF España, a través de su biólogo Conservador del Refugio D. Jesús Cobo y el Guarda Jesús Hernando (hijo del también añorado Hoticiano), así como con el Parque Natural de las Hoces del Riaza, a través de su director D. Rafael Marina y los Agentes Medioambientales, reactivarán esta temporada de cría parte del censo de nidificación de buitre leonado, de cigüeña blanca, nutria… dando así continuidad a la historia de seguimiento del espacio natural, que pasa por ser uno de los lugares más estudiados de España.

Pronto estará listo el Informe Final del pasado Censo de Otoño realizado por el Fondo en noviembre, del que se pueden extraer ya algunos resultados, como el de al menos 937 buitres leonados, 10 búhos reales, 4 aguiluchos pálidos, 5 águilas reales, 3 halcones, 1 búho chico…

Fue durante este último Censo de Otoño cuando se instaló en los Jardines de la Casa del Parque de Montejo, un monumento en honor al Dr. Fidel José Fernández y Fernández Arroyo, e intentando superar la pena por su desaparición, se propuso continuar su legado, reactivando parte de su trabajo de seguimiento.

Esperemos que esa llama que encendieron los que nos precedieron, siga encendida muchos años más y conmemoremos, cada 13 de enero, esta hermosa historia de conservación de naturaleza, de la que aún se han de escribir muchas páginas.