Detenidas 23 personas en la Operación Resurgir…

La Guardia Civil de Segovia ha desarticulado una organización criminal, con la detención de 23 personas, 16 en Segovia y Madrid y 7 en Miranda de Ebro, y la clausura de tres puntos de distribución y venta de droga, especialmente cocaína colombiana de gran pureza, que tenía su sede en Leganés (Madrid) y se extendía por Segovia y Miranda de Ebro (Burgos).

En esta localidad burgalesa se produjo el asesinato de uno de los miembros de la banda a cargo de sus propios compañeros.

La subdelegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, destacó que en la Operación Resurgir se realizaron 13 registros domiciliarios con la incautación de cerca de 13 kilos de cocaína incautada de gran pureza, procedente de Colombia, con un valor aproximado de 760.000 euros; 48 gramos de anfetamina y dos de metanfetamina; varias dosis de hachís dispuesta para la venta; 7.000 euros en metálicos y cinco vehículos de gama media y alta en los 13 registros.

Mercedes Martín destacó que la coordinación e impulso de esta operación recayó en la Unidad Orgánica de la Policía Científica de la Guardia Civil de Segovia, con un trabajo que ha durado más de de cinco meses hasta dar por desarticulada completamente la organización criminal, desde la estructura encargada de realizar los contactos en Colombia; el encargado de importar la droga hasta introducirla en España, pasando por los encargados de manipular y cortar y “cocinar” la droga en un laboratorio, en una vivienda en Leganés (Madrid).

Los detenidos también forman parte de la organización que distribuía en primera instancia la droga, en diferentes provincias, así como el último escalón encargado de la distribución al ‘menudeo’. De las 23 personas detenidas, cinco están en prisión y el resto con medidas cautelares.

La investigación se iniciaba a principios de este año, al detectarse un aumento en la venta de sustancias estupefacientes, especialmente cocaína, en zonas de ocio y esparcimiento de la ciudad y de localidades próximas. La Guardia Civil consiguió la identificación de varias personas vinculadas con una red de distribución de drogas, que tomaba muchas medidas de seguridad.

Esclarecimiento de un asesinato

En cuanto tuvieron «los indicios suficientes» de que era una organización de ámbito nacional se puso en conocimiento de la autoridad judicial, expuso la delegada del Gobierno en Castilla y León.

En medio de la investigación, en el mes de mayo, se produjo la comisión de un asesinato, con el hallazgo de un de un cuerpo en la ribera del río, con evidencias de violencia, en la pedanía de Montallana, en las proximidades de Miranda de Ebro.

Esta circunstancia llevó una plena colaboración entre la Guardia Civil de Segovia y la Policía Nacional de Miranda de Ebro y Burgos para esclarecer este asesinato y demostrar su vinculación con la red organizada de tráfico de drogas. José Luis Ramírez explicó que la víctima era el encargado de la custodia de la droga en la localidad burgalesa y que el móvil del crimen fue una pelea entre los miembros de la propia organización, como pudieron comprobar en las conversaciones de los teléfonos móviles.

El responsable de la Guardia Civil de Segovia detalló la crueldad de este suceso, ya que tras dispararle con un arma de fuego, que no pudo recuperar, “le dejaron morir durante muchas horas” y luego “lo llevaron al río”. El cuerpo apareció maniatado. Ramírez destacó la excelente colaboración entre las dos investigaciones para evitar cualquier filtración.

Un extremo que confirmó el comisario jefe provincial de Operaciones de la Policía Nacional en Burgos, Félix López Rivera, que sostuvo que la colaboración durante el operativo que culminó con la detención de siete personas en Miranda de Ebro, entre ellos, el presunto autor material del asesinato, ahora en prisión.

López Rivera argumentó que se extremó la cautela en la investigación, mientras que en Miranda, “una localidad pequeña”, corría la voz de que todo el mundo sabía quién era el asesino menos la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero no era así, el objetivo de proceder así era no comprometer la operación antidroga iniciada en Segovia.

Extremas medidas de seguridad

José Luis Ramírez destacó las fuertes medidas que empleaban los miembros de la organización, que se incrementaron a raíz del asesinato de Miranda, con el que “la última fase de la operación el trabajo fue tremendo”, teniendo que pedir todavía más efectivos de agentes para poder controlar a los miembros y lograr el objetivo de desarticular todos los escalones de la banda.

Ramírez comentó que extremaban las medidas en los desplazamientos y en sus medios de comunicarse, obligando a la Guardia Civil a “realizar un esfuerzo tecnológico” para emplear todos los medios para descifrar sus métodos de ocultación de llamadas y el uso de plataformas de mensajerías.

La banda también utilizaba a menores de edad en los coches donde viajaba la droga para intentar despistar, usando un alto grado de sofisticación en el método de ocultamiento.

El teniente coronel jefe de la Guardia Civil de Segovia aseguró que conformen iban subiendo en el escalón de la organización criminal se iban encontrando con más dificultades.

Dos operativos coordinados

De forma paralela al esclarecimiento del asesinato se daban pasos en el apartado de tráfico de drogas, una vez confirmado el miembro de la organización que viajaba a Colombia y que iba a traer una importante cantidad de droga. El 24 de mayo, se localizó en el aeropuerto de Madrid a un viajero que llevaba oculta en dobles fondos de maletas, casi 11,4 kilos de extrema pureza.

El siguiente paso fue justo un mes después, con registros simultáneos en Madrid y Segovia, los días 24 y 25 junio, con un amplio y llamativo despliegue de medios en varios barrios de la capital. Mientras que en Leganés se detuvo a una persona en la vía pública y a otra en un domicilio, que era el laboratorio donde se cocinaba la droga para “multiplicar por dos, tres o cuatro”, señaló la delegada del Gobierno en Castilla y León.

Por su parte, José Luis Ramírez apuntó que los dos grandes operativos desarrollados en Segovia, con apenas unos días de diferencia, por Policía Nacional y Guardia Civil, formaban parte de la misma investigación, pero ambos Cuerpos de Seguridad llevaban sus investigaciones y controles de los puntos de distribución y venta.