El presidente del PP, Pablo Casado, puso hoy “límites” para pactar y para acordar ahora que el partido tiene que tejer alianzas en Castilla y León, tras las elecciones de este domingo, 13 de febrero. “Nuestros principios son nuestras condiciones, y no vamos a renunciar a ellos, nunca. Como siempre, quien quiera pactar deberá respetarlos y aceptarlos”, dijo.
Casado, que presidió este martes el Comité Ejecutivo Nacional, trasladó todo el “apoyo” del partido y la dirección nacional al presidente del PPCyL, Alfonso Fernández Mañueco, para negociar un gobierno “en solitario”, “fuerte”, “estable”, con “pilares firmes”, “sin trajes prestados” y sin la “espada de Damocles continua”, como aseguró había planteado el salmantino a sus compañeros.
“Alfonso para ello tienes todo nuestro apoyo, para llevarlo adelante, con nuestros principios siempre presentes”, dijo Pablo Casado, quien insistió en que la “igualdad”, la cohesión territorial, la integridad autonómica o la integración en Europa “no es negociable”. Además, recordó que los ‘populares’ no aceptan el “colectivismo” que busca dividir a las personas en función de su color de piel, su género, acento u orientación sexual.
Asimismo, Pablo Casado indicó que no aceptan el “revisionismo constitucional” en contra de las diputaciones, las comunidades, la monarquía o la justicia independiente. “Creemos en la España de convivencia y tolerancia, de derechos y libertad, de la igualdad real, del progreso económico y del bienestar social”, dijo.
El presidente del PP inició su intervención con la enhorabuena por la victoria del domingo en una situación “muy complicada” y consideró que los castellanos y leoneses han apostado por la política “seria y sensata” de su partido e insistió en que Fernández Mañueco cuenta con el respaldo del Comité Ejecutivo y todo el PP para negociar la “continuidad” de su gobierno “de éxito”.
Casado aseguró que “jamás” ha presionado, ni siquiera opinado sobre el adelanto en Castilla y León. Por ello, aseguró no pueden permitir que se mienta y se les insulte “a todas horas” y “en demasiados lugares”. “Esto no se había vivido nunca”, dijo, ante una lluvia “ácida” de “fake news” y la acción del Gobierno, al que acusó de utilizar el Consejo de Ministros, los fondos europeos. “Esto es democráticamente inadmisible”, dijo.
Al respecto, Casado argumentó que las elecciones del domingo en Castilla y León han evitado que Mañueco tuviera que ceder el gobierno porque aseguró que los socialistas planeaban una moción de censura. Además, defendió que el PP ha ido recuperando los gobiernos autonómicos y locales y destacó los buenos resultados de su partido en comparación con las formaciones de centroderecha de Italia, Alemania o Portugal.
El presidente de los ‘populares’ pidió ser “autoexigentes”, pero no “autodestructivos”, a lo que añadió que la credibilidad y confianza son fundamentales. Por ello, pidió estar muy orgullosos de ser un partido de Estado y de gobierno y una institución al servicio de los españoles, “de nadie más”. “Somos la familia política que fundó la Unión Europea”, dijo y reivindicó al PP como al partido que sacará a España y Europea de otra crisis como la actual. “Sin buenismos, pero también sin la xenofobia”, dijo tienen que servir a España y “no a ninguna Internacional de lo excéntrico”.
“Yo no estoy en política para llegar donde sea, cómo sea y a donde sea”, afirmó, sino para llevar el «gran proyecto reformista y liberal» del PP al Gobierno de España, ya que remarcó son la alternativa a los populismos y radicalismos, a derecha e izquierda. Por ello, en referencia a Vox, indicó que “jamás” logrará sustituir al PP, ni tampoco el cambio de gobierno en España.