Casa Duque

Fundado en 1895 por Jacinta y Dionisio Duque, el restaurante Casa Duque, el más antiguo de Castilla y León, se especializó desde sus inicios en el asado de cochinillo y cordero y pronto se consagró como referente. Con el tiempo y el paso de generación en generación, ha alcanzado reconocimientos como el Sol Repsol.

Marisa Duque, cuarta generación al frente de Casa Duque, ha hecho brillar este establecimiento, conservando su espíritu primigenio y preservando la tradición familiar de su gastronomía, actualizándola sin perder su esencia. Ahora, coincidiendo con los 130 años, da paso a la quinta generación de la familia: su hijo Luis Duque.

Casa Duque
Marisa y Luis Duque Img/cedida por Casa Duque

Ubicado a unos pasos del Acueducto romano, emblema de la ciudad, el actual restaurante Casa Duque ocupa el primitivo edificio del siglo XV totalmente restaurado, situado en la calle Cervantes, el ‘Duque original’.

A lo largo de los años se han ido sumando edificios colindantes como la casa Parroquial de San Millán (coloquialmente conocida como ‘la casa de los curas’), y la casa Neira. Hoy Duque acoge 13 comedores, una taberna típica, una amplia barra en el zaguán de la entrada y el horno a la vista del cliente.

130 años de tradición familiar en Casa Duque

La historia de Casa Duque comenzó en 1895, cuando un mozo castellano, de nombre Dionisio Duque se casó con Feliciana. Fundaron en la planta baja de su casa la primera casa de comidas situada en la calle Cervantes. Allí se daba la bienvenida como: «Casa Duque, Casa de Comidas. Se asa de encargo, se guisa a diario y se admiten comidas».

Cochinillo asado al estilo Duque Img/cedida por Casa Duque

Feliciana cocinaba y Dionisio atendía las mesas. Al principio, admitían la comida que los “tratantes” de los pueblos se traían. Pero, como el trato era bueno, cuando celebraban el alboroque (el convite para recompensar el cierre de un buen trato), les encargaban un tostón (nombre con el que se conocía el cochinillo por aquel entonces). Gracias a esta fama consiguieron el título de Diplomado de Maestro Asador.

Dado el éxito y el reconocimiento que empezaron a adquirir, en 1900 fundaron el primer restaurante de la ciudad de Segovia. Su carta incluía platos elegantes, como la lubina Bellavista. También horneaban carnes en hojaldres, elaboraban dulces especiales. De este modo, poco a poco hicieron de Casa Duque algo especial y único, siempre sin dejar de lado el asado, insignia de la casa.

Judiones de la Granja al estilo Gran Duque Img/cedida por Casa Duque

 

El fundador, junto con su mujer, supo crear escuela y legó su maestría en el arte de asar a su hijo Julián, segunda generación, que se hizo cargo de la casa en 1920.

Este transmitió sus conocimientos a su hijo Dionisio, nieto, por tanto, del creador de la casa y hoy conocido ya universalmente por Duque, quien cogió las riendas en el año 50, cuando Segovia floreció a nivel cultural y turístico.

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Dionisio, trabajador y afable, con don de gentes aprendido de su padre, junto a su mujer y socia, codo con codo, consiguieron crear una empresa, dando visibilidad a la gastronomía segoviana en el mundo entero.

Los méritos culinarios y gastronómicos de Dionisio Duque han sido reconocidos en España y en otros países. Además de su título de Maestro Asador, fue nombrado en 1964, Miembro de la Confrérie de la Chaine des Rotisseurs, de París; también recibió el título de «Rey de la Cocina castellana» y Figura Popular del diario Pueblo, en 1968; Medalla del Instituto de Cultura Hispánica, Placa de Plata al Mérito en la Hostelería, Medalla de Oro al Mérito Profesional Hostelero, y Trofeo Internacional de Gastronomía y Turismo 1978, entre muchos otros.

Ponche segoviano Img/cedida por Casa Duque

De él aprendió todo su hija, Marisa Duque, quien hasta hoy está al frente del restaurante. «Cada generación ha tenido una misión», explica. Siempre atenta a cada detalle que pasa en su casa, Marisa, licenciada en Derecho, pero de vocación y tradición hostelera, ha continuado con el legado familiar y ha trabajado para perpetuar la tradición, convirtiéndose en una de las figuras de esa nueva generación de mujeres empresarias dedicadas a la hostelería que contribuyó a abrir un nuevo camino.

Ahora, cede el testigo a su hijo, Luis Duque, quien se incorpora al restaurante de tradición familiar más antiguo de Segovia.

Casa Duque
Marisa y Luis Duque Img/cedida por Casa Duque