Llega junio y Segovia no falta a su cita con la zarzuela. Un año más, el Teatro Juan Bravo de la Diputación se pondrá a disposición del Cuadro Lírico Julián Gayarre para ofrecer a su público un total de cuatro funciones que en este 2019 tendrán acento ‘mañico’ y llevarán el sello de Miguel Echegaray en la letra y Manuel Fernández Caballero en la música.

Y es que, desde mañana, jueves 6 de junio y hasta el domingo 9, en funciones diarias que tendrán lugar a las 20:00 horas, las personas que hayan adquirido una entrada por 20, 16 o 14 euros —dependiendo de la ubicación de la butaca— tendrán ocasión de disfrutar de ‘Gigantes y cabezudos’, una obra en un acto y tres cuadros que cumple ya más de 120 años desde su estreno.

El Cuadro Lírico Julián Gayarre, que de nuevo estará acompañado de varios componentes de La Esteva para las escenas de baile, recupera este texto que, como en anteriores piezas representadas por la formación segoviana, está repleto de amor, engaños y celos, pero en esta ocasión también de reencuentros y patria. Es esa patria la que abandera un guion marcado por la guerra de Cuba, conflicto en el que Jesús se juega la vida mientras su novia, Pilar, aguarda su llegada en Aragón. Durante esa espera, el público asistente a cada una de las cuatro funciones descubrirá dónde se origina la trama y en qué escenas desencadena la frase que canta Pilar y que da título a la zarzuela: «Los aragoneses somos gigantes por nuestra fuerza de voluntad y cabezudos por nuestra tozudez».

Entre las piezas musicales que caracterizan a esta zarzuela y que impregnan el texto de valentía, de tenacidad y de cabezonería aragonesa están la salve final ‘Se marchó de seguro, desesperado’ o el coro de repatriados que lleva por título ‘Por fin te miro, Ebro famoso’; dos canciones que los componentes del Cuadro Lírico Julián Gayarre entonarán una vez más dirigidos en su parte musical por Francisco A. Cabanillas y en su facción escénica por José Antonio Reguera y Carmen Torrego.

Como cada vez que la agrupación actúa en el Teatro Juan Bravo —la última fue en octubre de 2018 para conmemorar el centenario del Teatro— es probable que las cuatro representaciones, de una duración aproximada de hora y media, presenten un aforo prácticamente completo; algo que habla del gran trabajo que desempeñan los miembros del Cuadro Lírico. Éstos, que superan la treintena de integrantes, sin ser en su inmensa mayoría profesionales de las artes escénicas, consiguen ofrecer cada temporada un resultado que se aleja mucho del amateurismo y que, en el año en que se cumplen 65 años desde la fundación de la formación, siguen recibiendo el aplauso sincero del público.