El prejurado del XXXII Premio de Poesía ‘Jaime Gil de Biedma’, ha anunciado las 13 poesías finalistas que optarán al galardón en esta edición. A su vez, se han presentado los nuevos coordinadores del Premio, Juan Manuel de Prada y María Antonia de Isabel Estrada.
Tras una reunión que, según De Prada, ha dado pie a “mucho debate”, el prejurado, formado por Carlos Cantero Hernández, Fermín Herrero Redondo y Demetrio Martín Sanz -además de los propios coordinadores y de Emilio Lázaro, en calidad de secretario, ha hecho públicos los títulos de los trece poemarios que, en esta ocasión y entre un total de 1.443 trabajos presentados, optarán al Premio, dotado de 10.000 euros, y al accésit, reconocido con 3.000 euros.
“Es poesía tan diversa, que tienes que cambiar de rol en cada una de las lecturas, con lo cual el trabajo que desempeña el prejurado es enorme”, ha indicado José María Bravo, qué a su vez ha apuntado que este galardón es “quizás sea el más importante de poesía de cuantos hay en España y están organizados por una institución pública”.
Entre los poemarios seleccionados, se encuentran títulos como ‘Orden de alejamiento’, ‘Los hombres que mataron a mi madre’, ‘El color gris del miedo’, ‘Muchacha con mirlo en las manos’, ‘La vocación del remo’, ‘Un supermercado en Andalucía’, ‘Las aguas de Castalia’, ‘Delirium non tan tremens’, ‘Lengua materna’, ‘Arena líquida’, ‘La boda secreta de Elisabeth Taylor’, ‘Servido en frío’ y ‘Va oscureciendo’.
El coordinador del Premio ha avanzado que “hay desde poemarios con una declarada tendencia social y comprometidos con los problemas de nuestro tiempo, hasta libros en los que el vuelo lírico tiene más presencia, pasando por poemarios irónicos, dramáticos, trágicos, otros que tienen que ver con la memoria personal y algunos con la memoria colectiva”
El próximo 6 de junio se reunirá el jurado del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma y se dará a conocer el nombre del poemario que sucederá a ‘Japonesas’, de Isla Correyero, en el palmarés de un galardón que un año más ha vuelto a llamar la atención de poetas de todo el mundo procedentes, principalmente, de España e Hispanoamérica.
“Los miembros de del jurado y prejurado no son sectarios estéticamente, con lo cual, son capaces de apreciar los valores de obras que, a lo mejor, no comulgan con sus postulados estéticos y esto es lo que le ha dado al Premio Jaime Gil de Biedma un gran prestigio”, ha zanjado De Prada.