El número de hogares de Castilla y León con todos sus miembros en paro creció un 193 por ciento en los últimos tres años, al pasar de 16.812 a 49.252 en el tercer trimestre de 2010, según el último boletín ‘Avance del Mercado Laboral Afi-Agett, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi) y la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett).

A pesar de todo, las familias de la Comunidad no son las más perjudicadas por la crisis, ya que la media de hogares con todos sus miembros desempleados se ha disparado un 240 por ciento en el conjunto del país. El ranking lo encabezan las Islas Baleares, con un crecimiento del 646 por ciento, comunidad a la que sigue Madrid, donde la tasa se disparó un 441 por ciento. “Es decir, Baleares ha multiplicado casi por siete las familias que tienen a todos sus activos sin empleo y Madrid las ha multiplicado por cuatro”, destacan los autores del informe. A su vez, Castilla-La Mancha, Murcia, Aragón y Canarias triplican el número de hogares sin nómina. En el polo opuesto figuran País Vasco, Cantabria y Asturias, comunidades donde las familias están sorteando mejor los efectos de la crisis.

Según los datos aportados por la organización, en Castilla y León existen en estos momentos 983.681 hogares, el 5,7 por ciento del total nacional. Sin embargo, los 49.252 hogares castellanos y leoneses con todos sus miembros en paro representan el 3,8 por ciento del total nacional, “algo menos de lo que le correspondería a la Comunidad según la distribución territorial”, señala la AFI.

En cualquier caso, la situación dista mucho de ser positiva ya que, en términos relativos, el porcentaje de familias con todos sus miembros en paro ha pasado del 2,55 por ciento del año 2007 al 7,29 por ciento actual, todavía por debajo de la media, que se encuentra en el diez por ciento. En este caso, las comunidades con una peor situación son Canarias, Andalucía, Murcia, Valencia y Extremadura, mientras que País Vasco, Cantabria, Navarra y La Rioja vuelven a ocupar las mejores posiciones. Los analistas destacan que existe “una dinámica territorial muy diferenciada entre las comunidades del sur y las pertenecientes a la cuenca alta del Ebro”, una tendencia que se ha ido agudizando al tiempo que la crisis avanzaba.

Para el Presidente de AGETT, Francisco Aranda, “ahora más que nunca se hace urgente una verdadera y eficiente remodelación de las políticas activas de empleo que ofrezcan a los desempleados nuevas fórmulas para encontrar trabajo”. Ahora que el Gobierno se ha propuesto coordinar y reformar las políticas activas de empleo, cuya gestión está transferida a las comunidades, Aranda denunció “el escaso dinamismo y el estancamiento” en el que se ha enquistando el mercado de trabajo. “El reto es conseguir que nuestros desempleados consigan un trabajo lo antes posible, para lo que se necesita sumar recursos públicos y privados hacia medidas que potencien las capacidades y aptitudes de los parados”, añadió.

Los autores también apuntan que el número de hogares en España aumentó en 72.000 durante el tercer trimestre del año, situándose en los 17.199.600, “el máximo histórico en España”. Sin embargo, el crecimiento interanual del número de familias formadas en este periodo fue del 0,5 por ciento, una tasa “muy inferior” a la que venía siendo habitual antes de la crisis, con subidas superiores al dos por ciento. En cualquier caso, supone un “repunte”que rompe la tendencia a la baja iniciada en el tercer trimestre de 2008.

El número de hogares continúa creciendo por dos razones: la disminución de su tamaño y el aumento de la población. De hecho, las familias de dos personas son ahora las más numerosas del país, tres de cada diez, y suman 5,1 millones. Esos son, junto a los unifamiliares, los hogares que más crecen, mientras disminuyen los formados por cuatro miembros.

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