WWF denunció hoy que el Gobierno de Castilla y León lleva tres años sin convocar a la Junta Rectora del Parque Natural de las Hoces del Riaza y reclamó la aprobación de los planes de gestión que deben garantizar el mantenimiento “a largo plazo” de este espacio protegido de Segovia. Al respecto, la organización ecologista advirtió que, entre otras cuestiones, todavía no se ha dado luz verde a su Plan Rector de Uso y Gestión.
“Después de casi 10 años desde que se declaró el ‘Parque Natural de las Hoces de Riaza’, en los últimos años apenas ha habido avances para mejorar el funcionamiento de los órganos e instrumentos de gestión”, aseguró WWF en un comunicado en el que recuerda que hoy se cumplen 39 años de la inauguración del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega. Un acto “pionero en conservación” que corrió a cargo del entonces vicepresidente de WWF España, Félix Rodríguez de la Fuente, y que “supuso una de las primeras experiencias de custodia del territorio en España”.
“Sin embargo, todos los avances conseguidos en estas casi cuatro décadas pueden ser insuficientes para conservar a largo plazo la enorme riqueza y los valores naturales de este espacio protegido”, señaló esta organización. Según sostiene, además del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque, la Junta “tampoco ha aprobado los planes de gestión de los espacios incluidos en la red Natura 2000 (LIC/ZEPA ‘Hoces del Riaza’), a pesar de haber finalizado el plazo que marca la Directiva Hábitat de la Unión Europea”. Por ello, WWF ha remitido un escrito al delegado del Gobierno regional en Segovia, Javier López Escobar, para pedir que se convoque “una reunión urgente” de la Junta Rectora del parque “para exponer el estado de estos instrumentos de gestión”.
Respecto a la situación en que se encuentra el parque y su evolución durante el último año, WWF advirtió que el éxito reproductor de la colonia de buitre leonado ha bajado casi un seis por ciento con respecto a 2012, “aunque se mantiene por encima del 40 por ciento desde 2011”. En concreto, durante 2013 se contabilizaron 533 parejas de buitre leonado en el parque: 472 se reprodujeron y nacieron 284 pollos, de los cuales murieron más del 25 por ciento antes de llegar a volar, cuando en el año anterior ese porcentaje se quedó por debajo del 15 por ciento.
En cuanto a los alimoches marcados con GPS por WWF, el año pasado se detectó que uno de ellos fue presuntamente envenenado en Escalona (Segovia) poco antes de comenzar la migración otoñal, “demostrando que el veneno sigue siendo una amenaza en la CCAA”. En 2013 se contabilizaron once parejas de alimoche en la zona, de las que tan sólo siete iniciaron la cría y sacaron adelante a nueve pollos.
La Junta de Castilla y León y WWF colaboraron para sacar adelante al pollo del alimoche envenenado, que logró comenzar la migración y llegar a África, “aunque se perdió su pista en Argelia, poco antes de alcanzar su zona de invernada”.
La nutria también sigue presente en el Río Riaza y el año pasado se registraron cinco observaciones directas de al menos dos individuos diferentes. Y respecto a las acciones llevadas a cabo para favorecer la reproducción de anfibios, “se constata la colonización del 80 por ciento de los puntos de agua que se han adecuado desde 2011”.
Además, WWF restauró el año pasado 2,11 hectáreas de bosque en la zona de Moral de Hornuez que sufrió un incendio en 2008; y reforzó la línea de educación ambiental en el Refugio de Rapaces, volviendo a ofrecer campamentos de naturaleza para jóvenes, en colaboración con la Cooperativa Gredos San Diego, en los que participaron más de 60 niños procedentes de toda España. En total, las actividades organizadas por esta organización en el Refugio atrajeron a más de 250 personas en 2013, “incluyendo a voluntarios de toda España, así como a la población local de Montejo y alrededores”.
WWF también celebró en 2013 un “cálido acto de agradecimiento” a Hoticiano Hernando con familiares y amigos, en su 90 cumpleaños, por “toda su vida dedicada a la Conservación del Refugio”; y organizó un homenaje a Carlos de Aguilera, que dirigió los primeros campamentos del Club de Linces en los años 80 “y logró inspirar a muchos jóvenes que hoy en día son importantes naturalistas”.