Cerca de un centenar de personas voluntarias de Cruz Roja en Castilla y León llevarán a cabo recogidas colaborativas de residuos en diferentes enclaves naturales de la Comunidad. De esta forma, se suma así a la campaña ‘1m2 contra la basuraleza’, impulsada por el proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes.
Según informó en un comunicado, el objetivo de esta gran recogida colaborativa de residuos no son los kilos recogidos. Cruz Roja explicó que el fin fundamental es concienciar sobre el impacto de la basuraleza. “El objetivo de la campaña ‘1m2 contra la basuraleza’, que se refiere a todos aquellos residuos que son encontrados en la naturaleza y vienen derivados de la acción humana, es incidir en la prevención para que los residuos que generamos no sean abandonados en entornos naturales”, indicó la coordinadora autonómica de Cruz Roja, Eva María Fernández Rodríguez.
“Uno de los residuos que más nos preocupan por su creciente aparición en el medio natural es el proveniente de los guantes y mascarillas que usamos para protegernos frente al COVID-19. Está demostrado, que estos residuos pueden generar diversos impactos negativos tanto en entornos terrestres como marinos, tales como la muerte directa de especies, convertirse en un vector de enfermedades o afectar a la salud humana; por lo que evitar que lleguen a la naturaleza es fundamental”, afirmó Eva María.
Para poder abordar el problema de la «basuraleza», la organización aseguró que es necesario tener datos acerca de la cantidad, composición, origen, comportamiento o áreas de acumulación, de residuos en la arena. Por ello, explicó que a través de la acción del voluntariado se realizan muestreos en distintos espacios naturales para recabar datos sobre la presencia de residuos y de esta manera, poder identificar soluciones eficaces para su prevención.
Según apunta Eva María, “una de las áreas más desconocidas de Cruz Roja es la de medio ambiente». «Nuestra labor en este sentido engloba desde la educación en valores ambientales para la concienciación social, a la mejora de nuestro entorno con acciones directas de conservación y limpieza (proyecto Libera), la lucha contra la pobreza energética o la gestión ambiental de la propia Organización preocupada por reducir el impacto de sus actividades (+CO(mpensa)2)”.
Para ello, se requiere la participación de las personas voluntarias, ya sea ayudando en las labores de conservación de los espacios naturales o ayudando a las familias en labores de asesoramiento y mejora de la eficiencia energética en su hogar.
“Para formar parte del voluntariado ambiental no se precisa ningún requisito: solamente, las ganas. Hay desde personas mayores a estudiantes jóvenes; desde expertos en Medio Ambiente a personas poco habituadas a entornos rurales”, indicó la portavoz de Cruz Roja. También se plantean otras actividades que contribuyen al objetivo global del cuidado de la naturaleza -actividades en parques nacionales, limpiezas de ríos, reforestaciones, actividades en huertos ecosociales o la promoción de buenas prácticas ambientales en todo el territorio nacional.
“Quienes participan en ellas coinciden: cuando realizas una acción de mejora del entorno, los beneficios que obtienes por parte de la naturaleza se duplican”, destacó Eva María.